𝐌𝐮𝐭𝐞 °┇YiZhan¹

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Pasaron los minutos y Zhan seguía sin poder dejar de llorar, ignoraba las palabras de Yibo que intentaban calmarlo.

El rubio comenzaba a preocuparse un poco.

-Vamos a lavarnos, Zhan - dijo, antes de cargarlo, con los brazos del otro rodeando su cuello y las piernas abrazando su cintura.

El baño era amplio, con una ducha especial para Jiyang, y una silla de plástico donde el castaño se sentaba para no dañar la silla en la que se movía, y que Yibo uso para sentar a Zhan.

Baño el cuerpo de su novio primero, sus sollozos se habían calmado pero seguía dejando fluir lágrimas.

Al terminar lo miró dedicándole una pequeña sonrisa.

-¿Estas bien?

Zhan asintió, murmurando, no lo había dejado de hacer desde que habían acabado, Yibo comenzaba a fastidiarse con eso, pero no podía culparlo, así que no dijo nada.

-Me duchare rápido y saldré. ¿Quieres ir al cuarto y vestirte?

Zhan volvió a asentir, Yibo dejó un beso en su frente antes de que se levantará, siendo del baño.

Cuando terminó la ducha, se sorprendió al ver que Zhan, además de hacer lo que le había dicho, había ordenado toda la ropa que habían tirado y había sacado las sábanas manchadas.

-Hay que decirle a los demás - dijo Yibo, ya vestido, refiriéndose a la ya no-mudez de Zhan.

Tomados de las manos, salieron de la cabaña, con intención de ir hacia el comedor, o a donde vieran gente.

Quizás para su desgracia, la primera persona que encontraron fue Bowen, quien se había quedado esperando en el comedor, mirando por la ventana hacia las cabañas, a que ambos chicos terminarán, y al verlos salir había ido corriendo hacia ellos.

-¡Mierda ¡Yibo! ¿Qué eres un vampiro? - habló, aún a unos metros de distancia, podía distinguir las marcas en el cuello de Zhan, sobresaliendo del cuello de su remera.

Parecía que iba a decir algo más, pero frunció el ceño al ver los ojos enrrogecidos por el llanto de Zhan, y sólo le tomó unos segundos más en captar los murmullos que el pelinegro decía.

-¡Zhannnnnnn! - grito de felicidad, abrazando al chico - ¿Qué pasó? ¿Puedes hablar? ¿Puedes decir Bowen? ¿Bo-wen?

-Bo-wen.

Zhan rio por primera vez, para pedido de ambos, una risa dulce y tierna, llena de felicidad.

-Oh, Yibo no llores, marica.

-Tú también estás llorando, marica.