𝐌𝐮𝐭𝐞 °┇YiZhan¹

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-¡Bowen! Te fuiste corriendo y no me esperaste... - Jiyang sonaba ofendido, con la silla a centímetros de la puerta del comedor, sin poder pasar el umbral para no caer por la rampa, bastante empinada, pero se detuvo cuando vio a los tres secándose lágrimas inútilmente -. No lloren, me harán llorar también... - parpadeó para despejar su vista -. ¿Por qué lloran?

-Ji-yang.

El castaño pareció tardar un momento en creerlo, mirando a Zhan mientras sus ojos se iban llenando cada vez de lágrimas, hasta cubrir su rostro con sus manos y comenzar a llorar.

Zhan fue a abrazarlo, y el otro correspondió.

Bowen anunció que iría a buscar a Zhuocheng, dejándolos a los tres en el comedor.

Jiyang no pudo evitar ver las marcas en el cuello de Zhan.

-¿Tú y... Lo...?

Zhan negó.

-Algo - murmuró.

-¡Xiao Zhan!

Salto un poco al escuchar el grito de Zhuocheng, que había entrado corriendo al comedor.

-Dime que Bowen no me miente - habló, Zhan vio detrás de él, a Haikuan y a otros que se asomaban en la puerta.

-No - dijo, negando.

-Awww, bebé - el mayor lo abrazo con fuerza, sonriendo ampliamente, sintiéndose a desbordar de ternura por aquella sílaba que había sonado como un pequeño "Ño".

Su director sacó su celular, donde Zhan marcó el teléfono de su madre, hablando de con ella por primera vez, con lágrimas cayendo por su rostro, y Yibo abrazándolo, ayudándolo a mantenerse de pie.

Zhan seguía siendo bastante callado, respondía con pocas palabras, y hablaba muy bajo, en un tono sutil, que hacía que todos hicieran silencio para que se pudiera escuchar su suave y tierna voz.

Sin querer hacerlo a propósito, continuaba haciendo señas para hablar, acompañando sus palabras, lo que a veces hacía que tuviera que cortar la palabra para que acompañará al gesto, y hasta llegó a seguir hablando en señas, mientras murmiraba sonidos incoherentes.

La señora Xiao habló con Zhuocheng, pidiendo que los trajera a ambos chicos ese mismo día, el mayor no se negó, y les dijo que juntaran sus cosas inmediatamente que volverían a Beijing en cinco minutos.

Yibo y Zhan obedecieron, con ayuda de Bowen, guardaron todo a presión en sus valijas y lo llevaron hacia la camioneta de su mayor.

Se despidieron de sus amigos, quines dijeron que intentarian volver lo más pronto posible, y que se aburrirían sin ellos.