fuck the full moon; sirius black

003; patronus

━ chapter three ━

━ patronus ━

Hace un tiempo que volvimos a Hogwarts y la luna llena se acerca, mejor dicho, la luna llena saldrá en alrededor 10 horas y en este momento estábamos en clase de DCAO, la nueva profesora Snow acababa de entrar al salón y muchas miradas se posaron en ella, la profesora era castaña de ojos marrones, piel casi pálida, tenía el cabello recogido en una colita, también tenía puesto un pantalón estilo bombacho color beige y una remera escote redondo con abertura frontal color blanco y unos simples zapatos mocasín negros, la profesora no debía tener más de 27 años y las miradas masculinas a la profesora cada vez me ponían más incómoda

—¡Buenos días alumnos! Soy la profesora Diana Snow, pueden llamarme profesora Snow, hoy cierren sus libros y guardenlos, síganme a la otra sala porfavor, con sus varitas porfavor.—se presento y espero unos segundos, cuando todos nos paramos ella comenzó a a caminar hacia la otra sala y todos la seguimos— Hoy aprenderemos a usar el hechizo Patronus, ¿alguno sabe que es?.—

—El encantamiento Patronus es uno de los encantamientos defensivos más famosos y poderosos conocidos en el mundo mágico.— Empezó mi hermano.

—Si de hecho es un hechizo sumamente complicado y extremadamente difícil de realizar.— Agregué yo.

—El encantamiento genera una fuerza de energía positiva parcialmente tangible conocida como Patronus o espíritu guardián, es la protección principal contra dementores y lethifolds, ante los cuales no existe otra defensa.— Terminó Remus.

—Muy bien mellizos Lupin, 10 puntos para Gryffindor.—concedió la profesora— Para lanzar correctamente el hechizo, hay que concentrarse en el recuerdo más feliz que se tenga, mientras más potente en sentimiento sea el recuerdo, mejor funcionará el encantamiento y tienen que hacer estos movimientos con la varita.—enseño el movimiento— Antes de que lo intenten los mostraré como se hace.—dió unos pasos hacia atrás para dejar un espacio en medio de ella y los alumnos— ¡Expecto Patronum!.— la profesora movió su varita, un lindo panda salió de la varita de la profesora.

—Wow.— Exclame.

—Bien alumnos me gustaría que se pongan en parejas para practicar el Patronus, ya pueden empezar a buscar pareja.— Anunció la profesora a lo que eche mi cabeza para atrás con cansancio, no había dormido en toda la noche.

—Ara, vamos.— Me apuró Remus y reí mientras el tiraba de mi mano para ponernos en un lugar.

—¿En que vas a pensar para el Patronus?.— pregunté.

—La verdad...no lo sé.—confesó y suspiré— ¿Tu que vas a pensar?.—

—Tampoco lo sé, buscaré por mi mente algún recuerdo.— Dije divertida.

—No tardarás mucho en encontrarlo, digo, tu mente no es tan....— pero antes que terminara le pege en la nuca y el río.

—Ya cállate e inténtalo.—

Alze mi varita y pensé en algún recuerdo que podría ser felíz, pensé la vez que me aceptaron en el equipo de Quidditch junto a James y Sirius, visualize cuando el capitán dijo nuestros nombres y los tres nos dimos un abrazo y saltamos de alegria, luego ambos chicos me subieron para que apoyará una pierna en cada hombro del otro y así quedar encima mientras ellos saltaban conmigo encima, termine en le enfermería, pero ese día fue muy feliz

—Expecto Patronum.—

Une leve luz salió de mi varita, pero nada más, luego frente a mi paso un bastante grande ciervo con astas, este se me acerco y corrió alrededor del lugar, mire a dónde el ciervo volvía, el ciervo volvía a James el cual lo miraba sorprendido

—Lo hize.—exclamo el miope— ¡Sirius lo hize!.— se dió vuelta ya que estaba haciendo pareja con Sirius.

—¡Lo hiciste James!.— Chillo y ambos hicieron un mini festejo de alergia, mire a Sirius el cual sonreía y reía con James, la expresión de felizidad en la cara.

FLASHBACK

—No te muevas, va a ser peor.— Me regaña Sirius.

—Pero duele.— Me queje.

—Si ya lo sé Ara, pero esas estúpidas serpientes te lastimaron.— Mascullo mientras seguía limpiando la sangre de mi espalda.

—Gracias por ayudarme con ellos.— Agradecí girando mi cabeza para mirarlo, Sirius dejo de curar mi herida y levantó la cabeza para mirarme, me sonrió y apoyo su mentón en mi hombro haciendo que quedáramos demaciado cerca.

—No es nada, pero nos vengaremos.— Dijo mirándome a los ojos.

—¿Va a dejar una cicatriz?.— Pregunté.

—La roca era bastante puntiaguda así que una cicatriz va a quedar, pero tranquila, las cicatrices son sexys.— Bromeó y solté una pequeña risa.

—Eres un idiota.— Dije apoyando mi cabeza en su hombro.

—Me ofendes sirenita, este idiota te salvó de que te mojen y te curo tu herida.— Indignado habló moviendo sus manos divertido a lo que rodé los ojos.

—Aja, si, muchas gracias.—

—De nada sirenita ¿Que tal si me agradeces con un beso?.—pregunto a lo que me acerque y dejé un beso en su mejilla— Yo no hablaba de un beso en.— empezó pero puse un dedo en sus labios y me pare, me acomode un poco el sostén y me puse la remera.

—Tengo que ir a la biblioteca con tu prima, Jessie, Regulus y Zack.—avise y cuando mencioné a Regulus su sonrisa se transformó en una mueca— Gracias en serio Sirius, nos vemos.—

—Ya me lo dijiste tres veces Ara, está bien, no es nada.—le restó importancia dejando un beso en mi cabeza— Ve, que llegas tarde.—

FIN DEL FLASHBACK

Cuando volví de ese pequeño recuerdo mucha más luz salió de mi varita que antes, de esta salió un hermoso gato que corrió por la sala y se encontró con una gran perro negro, mi gato pasó su cabeza por una de las patas delanteras del perro, luego el gato volvió a mi y desapareció, luego el perro fue hasta Sirius y desapareció, ambos nos miramos luego de que nuestros Patronus desparecieron, sostuvimos las miradas por un buen rato hasta que me di cuenta de que recuerdo use para conjurar el Patronus, pensé en Sirius, desvíe la mirada y salí de la clase ignorando los gritos de la profesora, puse las manos en mi rostro sonrojado y bufé, ya había pensado sobre mis sentimientos por Sirius y que pensará en el para invocar mi Patronus solo me confirmó mis sentimientos

Estaba enamorada de Sirius Black

Y lo estaba desde hace mucho, solo que ignore mis sentimientos que hasta Maia me había dicho que tenía