Profecías Ocultas ✔️

28. Una Mentira Descubierta

No olviden leer la nota al final con las actividades que les preparé junto a la forma de descifrar las conversaciones entre Vanessa y Balthasar 😊.

Demetrius

-¿Está todo bien? -le pregunté a Vanessa, quien lucía realmente alterada pero al cabo de poco se había recuperado gracias a las palabras que había escuchado salir del teléfono- ¿Estás segura de que es él? -me referí a Derek.

-Es él. -asintió- Y debo irme ahora. Lo siento. -se dirigió a las Moiras.

-¿Qué sucede? -pregunté con el ceño fruncido.

-Necesita mi ayuda.

-Voy contigo. -iba a disculparme con las tres hermanas pero Vanessa me interrumpió.

-Quédate. Estaré bien. -la miré a los ojos buscando cualquier indicio que me demostrara lo contrario pero la verdad es que ella se veía muy serena.

-¿Segura que estarás bien sola? -pregunté dudoso esperando que me pidiera que la acompañara.

-Estaré bien. -posó una mano en mi rostro y asintió llena de seguridad. No pude decir que no.

-De acuerdo. -suspiré- Pero quiero que me contactes ante la mínima sospecha, ¿bien?

-Vale.

Vanessa depositó un casto beso en mis labios y a continuación abrió un portal que la llevaría directo a su habitación. Asentí para decirle que todo estaría bien pero por dentro recordaba las palabras de Crono... recordé que me dijo que no debía dejarla sola, y aunque había acatado aquella instrucción con cuidado, no siempre estaba con ella... y aún así ella supo cuidarse sola, así que hoy no sería la excepción.

-Bueno, muchacho. -dijo Cloto- Llegó la hora de decirte la verdad...

-¿La verdad? -pregunté sin entender- ¿Qué verdad?

-La verdad sobre ti.

¿La verdad sobre mi? ¿De qué demonios estaban hablando las Moiras?

-Le dimos tiempo suficiente a Perséfone. Ella debió contarte, pero dado que decidió no hacerlo, nosotras seremos quienes te lo digamos. -aclaró Láquesis.

-No entiendo de qué hablan...

-De la verdad sobre ti, muchacho.

-¿Qué verdad? ¿Qué debía decirme Perséfone?

-Ella tuvo su oportunidad. -dijo Atropos. -eso aclaró mi mente un poco y me hizo recordar las veces anteriores en que me pidieron que le avisara a mi madre pero no lo hice porque no creía que ella me daría tal información. Prefería que las hermanas me dijeran todo, y al fin lo había conseguido.

-¿Se refieren a lo que no me dijeron esperando que le informara que ustedes tenían un mensaje para ella, el cual era que se le agotaba el tiempo?

-Correcto.

-Bien. Adelante. La escucho.

-Perséfone y Hades no son tus padres. -dijo Atropos.

-¿Qué? -dije claramente asombrado, me habían tomado completamente por sorpresa, eso era algo que no esperaba en absoluto.

-Naciste del vientre de Perséfone pero fuiste engendrado a partir de un grano de granada, lo mismo que la condenó a ella a quedarse en el inframundo.

No podía creer lo que salía de la boca de una de las diosas, me sentía extraño y estaba en shock.

-Perséfone se sentía demasiado sola y no es un secreto que Hades le ha sido infiel, tenía aventuras con ninfas y hasta nosotras. Por esto, ella decidió que necesitaba a alguien que estuviera de su lado para derrotarlo algún día y así encerrarlo en el Tártaro, un lugar peor que el mismísimo infierno. -prosiguió- Puede que conozcas el dolor y el sufrimiento, pero en el Tártaro, lo que conoces es un juego de niños. En fin, Perséfone estaba tan furiosa con Hades que decidió llamar a Afrodita y así crear un bebé que la apoyara y cumpliera aquella profecía que le habían contado alguna vez.