25. Blanco de unión

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                Da un suspiro

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                Da un suspiro. Se supone, que en la mañana van a ejecutar a Jimin y Jungkook. No sabe si pensar que de verdad lo harán o lo tirarán al infierno. Por lo poco que entendió de ángeles parloteando, allá devoran a los híbridos.

Dependerá de lo sádico que se sienta Jin.

Mira su mano, la abre y la cierra; ve al frente, hallando una imagen difusa de sí mismo con Jin. Es el palacio del mismo, por lo que es natural que pasaran tiempo aquí. Ha estado viendo cosas desde que lo volvió a dejar solo de nuevo. Pequeños vistazos que dan a confirmar su relación con Jin. Que realmente eran amigos.

Muy, muy amigos.

La constante está ahí: Jin viéndolo de forma extraña. Casi anhelante. Esperando algo de él. Se ha dado cuenta de que la gente suele esperar mucho de su persona. Que agobio más insufrible. Continúa haciendo un listado mental de qué decir. Intentar convencer a Jin de que deje ir a Jimin, Jungkook y su persona. Sobrevivirá bien. Lo ha estado haciendo hasta ahora.

No hay particular interés en ser un ángel. No con el ambiente tan extraño que hay aquí ¿Fue cómodo en algún momento? Estos aires de grandeza por pureza. Por ser "perfectos". Es inquietante e incómodo. Abre los ojos, encontrándose a sí mismo frente un escritorio.

Primero hay extrañeza, luego sorpresa al leer ese pequeño flashazo de información. Gira la cabeza, encontrando a Taehyung que le trae de comer.

— ¿Puedo ir a ver a Jimin?

— ¿Ah?

— ¿Puedes llevarme a verlos?

—En teoría, no, pero en teoría tampoco debería tener perro—Sonríe cuadrado—. Come y te llevo, así nos desviamos con una excusa. —Yoongi asiente, tomando el plato y Taehyung se apoya en la pared.

Complacido de que Yoongi tuviera la motivación por sí mismo y no tuviera que ser un poquito manipulador con él.

~ * * * ~

—Yoongi...

El llamado sale miserable y apenas contento. Un quejido lloroso que escapa de los labios rotos del hibrido que no cuenta con sus cuernos. Yoongi lo ve con pena por ello. Imagina que sufrió mucho siendo ambos. Taehyung da a entender que dará una señal si alguien viene y se marcha para dejarlos solos.

Es una celda enorme, con cadenas saliendo cada cincuenta centímetros de distancia y quemando continuamente la piel de Jimin. Un collar que amenaza con clavar una púa en su cuello si se mueve, todo el cuerpo encadenado hasta las alas. Yoongi se aproxima y lo toma del rostro.

—He estado recordando muchas cosas—anuncia y Jimin abre más los ojos, con uno haciéndose rojo. Sisea, con la quemadura volviéndose mayor—. Entre ellas una que nunca les dije y en parte, es razón por la que esto está pasando.

Cheonsa Nabi | YoonMin/YoonKook || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora