Capítulo 13

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Parecía que todo estaba a su favor, tenía las pruebas suficientes para su plan, al menos eso pensaba, sabía que Roger tenía 18 años, y gracias a la tonta y poco discreta confesión de su alto amigo también sabía que besó al chico, ya era mas que suficiente, a demás, había logrado grabar la conversación que tuvo cuando fue a la casa de Brian.

Ahora solo había un pequeño problema, si bien ya estaba listo para ir a la comisaría y mostrar todas sus pruebas, Tim no tenía la fuerza para hacerlo, si estaba enojado y quería separarlos, pero eso significaba también perder a Brian, y su objetivo era sacar a Roger del medio.

Su plan había fracasado, no tuvo en cuenta ese gran detalle. Pero claro, era un tipo astuto así que no tardó mucho en generar otro plan.

— Vas a caer Taylor — sonrió maliciosamente.

[...]

Una fuerte luz y la ausencia de su amor a su lado fue lo que despertó a Roger, se habían quedado dormidos mientras el rubio consolaba al alto. Roger se sentó en el lugar y murió de ternura al recordar al mayor dormido en su pecho mientras lo acariciaba.

En ese momento entró Brian con dos tazas en sus manos.

— ¿Café doble? — bromeó Roger y ambos rieron mientras Brian se acomodaba en la cama.

— Algo así ¿Quieres? — le ofreció acercándole una de las tazas.

— Claro — correspondió y le dio un sorbo al café.

Disfrutaron su desayuno en silencio, Roger miraba por la ventana, observando los arboles que movían sus ramas debido a la pequeña brisa que corría afuera. Era un hermoso escenario para el rubio, sentado en la cama, con un café y su amado al lado, mientras contemplaba el exterior, como algunas nubes tapaban el sol, opacando un poco el brillo encandecente de este. Era perfecto.

— Está hermoso el día — dijo el rubio sin apartar la vista de ese lugar.

— ... Está nublado — agregó el mayor con disgusto.

— Justamente por eso — giró su cabeza para mirarlo a los ojos — me encantan los días nublado.

— ¿A si? — miró el cielo mientras se acercaba lentamente a Roger.

Este lo notó y también fue acercándose un poco, cuando ya estaban bastante cerca, Brian bajó la mirada para volver a encontrarse con esos dos zafiros que tanto le encantaban, posó la palma de su manos en las mejilla del rubio con delicadeza, y acercó su rostro, sus respiraciones chocaban en sus pieles y sus labios estaban a punto de tocarse. Brian quería molestar a Roger, provocándolo, pero esta vez el menor no lo permitió, tomó la camisa del mayor y lo atrajo hasta él, acabando con el espacio que había entre ellos, uniendo ambos labios en un tierno beso, donde ambos luchaban por dominar al otro, sus labios jugaban con los del contrario, se entrelazaban entre ellos juguetonamente. Brian abrazó la cintura de Roger pegándolo mas a su cuerpo.

La falta de aire los separó, volvieron a conectar sus miradas, se transmitían amor, un amor completamente sincero y apasionado, ninguno de los dos podía seguir negandolo.

Y tenían que dar el siguiente paso

— Roger...

— ¿Si? — le prestó atención, sin apartar la vista.

— Tengo algo que decirte.

— Lo sé, si es que te incómoda que te mire así lo siento, no puedo evitarlo, eres hermoso, y me gustas, me gustas mucho de verdad, no quería llegar a este punto pero dependo de ti Brian, te quiero y te necesito más que nada en este mundo — no sabía cómo ni de dónde había sacado ese valor para declararse de esa forma tan directa, pero lo hizo.

¿Dónde está Roger Taylor?Where stories live. Discover now