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3 años, 3 tortuosos años desde la muerte de mi hermano en una batalla donde creí que ya habíamos ganado.

Akira estaba bien, su herida había sanado y ella había sobrevivido. Sasuke despertó y también estaba bien, Jin y Kai igual lo estaban, todos excepto yo.

Después de la muerte de un ser tan cercano, uno no vuelve a ser el mismo. Vi morir a mi hermano, en mis brazos, por supuesto que no fue agradable. Intento ser como siempre fui con mis hijos, pero me cuesta más cada día ser como era antes por el hecho de que cada cosa me recordaba a Naruto, los ojos de Kai, el cabello de Jin.

- Mamá ¿Cuando va a regresar el tío Naruto? Me dijiste que se fue con los abuelos, pero lo extraño mucho- dijo Jin.

Mis gemelos tenían 10 años cada uno y si, cuando Naruto murió les dije que se había ido con papá y mamá.

- Cariño el tío Naruto no va a volver- dije mirándolo y agachandome.

- Mami... sonrie por favor- dijo poniendo sus manos en mis mejillas.

- Mamá... mamá no puede sonreír justo ahora bebé ¿Si?- estaba aguantando las ganas de llorar solo por que mencionó a Naruto.

- Haré a mamá sonreír- dijo mirándome.

- Ve con papá, mamá tiene trabajo que hacer para poder llegar temprano a casa- dije mirándolo y besé su mejilla.

El corrió adentro de la casa y yo comencé a caminar fuera, poniéndome la capa. Me convertí en la octava Hokage por elección de muchos, y accedí para mantenerme distraída y por que nadie más quería ocupar ese puesto. De los anteriores Hokage quienes no habían muerto eran Tsunade y Kakashi. ¿Quien iba a querer meterse a Hokage? Ni siquiera Shikamaru.

- Éstos son los últimos papeles que han llegado hoy, parece que podrás irte temprano- dijo Shikamaru.

- Gracias- dije mirando los papeles, sentí como el se sentó frente a mi.

- __________ No quiero ser cruel pero ya no puedes estar así, incluso tus hijos tienen miedo de verte por que dicen que ya no eres como la madre que tenían antes. Lo digo por ellos, por que sé que Sasuke entiende- dijo y yo suspiré.

- Es difícil, Naruto y yo, a parte de ser hermanos gemelos, éramos muy unidos y muy pocas veces tuvimos cosas que nos hicieran discutir, y cada día lo extraño más que el día anterior así hayan pasado ya tres años- dije.

- Sabes que yo también lo extraño, y que no por que hayan pasado tres años dejaré de hacerlo, pero hay que seguir adelante y tienes dos hijos que aún son pequeños. Cuídate y ten un bonito día con ellos- se levantó y salió de la oficina.

Inmediatamente me puse a llorar tapando mi rostro con mis dos manos, tratando de frenar las lágrimas.

- ¿Todo bien?- sentí la mano de Sasuke en mi hombro.

- Sabes que no amor... sabes que no- dije.

Sasuke no tenía la culpa ni los niños tampoco, por lo tanto traba de mantenerme como siempre.

- Tienes que seguir adelante, sé que lo extrañas por que era tu hermano, y no puedo comparar la relación que tenías con tu hermano, a la que yo tenía con mi hermano. Solo.... hazlo por los niños ¿Si? Se preocupan por ti e incluso hay veces que no quieren verte por que dicen que no eres tú misma- dijo y yo alcé la mirada.

- No me vas a dejar tu también ¿Verdad? ¿Te vas a quedar conmigo?- pregunté y el se agachó para abrazarme, ya que yo estaba sentada.

- Me voy a quedar contigo toda la vida, mi amor- me susurró al oído.

- Tengo miedo de perder a más gente que amo...- susurre apoyando mi cabeza en su hombro y ocultando mi rostro en su cuello.

- No perderás a nadie más, todo estará bien, pero a mi tampoco me gusta verte así- se separó de mi y me miró.

Muchos podrán tener una imagen de Sasuke que es un insensible, que el no rie o sonrie, que es extraño que diga de tipo de cosas. Pero Sasuke con su familia es todo lo contrario, y es por que nos ama.

- Trataré de mantenerme bien, amor- dije mirándolo y el me dió un beso en la punta de la Nariz.

- Te esperaré para que vayamos juntos a casa- Dijo sentándose frente a mi.

Firmé y selle los últimos papeles que Shikamaru me había traído a la oficina, asigné unas últimas misiones y organicé el papeleo que tenía para mañana.

- Y éstos dos grupos mañana Irán a una misión también...- dije poniendo todo en su lugar y levantándome.

- ¿Ya está?- me miró.

- Si, podemos irnos- dije tomando mi saco.

- Ven- me extendió la mano y yo la tomé.

Cerré mi oficina, el único que podía entrar ahora era Shikamaru. Akira ahora estaba fuera de la aldea y mis bebés estaban en una semana de vacaciones. La próxima semana no iba a verlos muy constantemente.

Sasuke sale de la Aldea cada fin de semana, uno o dos días y regresa pero fuera ahora hay mucha paz, no hay algo que amenace a nuestra Aldea. Y de verdad lucharía por que así se mantuviera.

- ¿Vas a hacerme cariño cuando lleguemos a casa?- pregunté mirándolo.

- Haré todo lo posible para que te sientas mejor- dijo mirándome.

Cuando llegamos a casa, me di una ducha, me puse ropa cómoda y bajé hacia el sofá, donde me senté junto a mi esposo.

- ¿Por qué no te pones la Pijama que te compré?- preguntó.

- No creo que sea adecuado usarla andando por la casa cuando los niños estén por ahí- dije dejando que me acariciara la cabeza.

- Usala para dormir- dijo.

- Me das miedo durante las noches- dije mirándolo.

El se acostó en el sofá y yo también lo hice, apoyando mi espalda en su pecho, luego el comenzó a darme suaves besos en la mejilla y su cabello, que caía por mi rostro me hacía un poquito de cosquillas, así que decidió jugar conmigo y hacerme más cosquillas solo para escucharme reír.

Podíamos llevar 22 años de casados, y muchos años en pareja, pero nos seguimos amando como cuando eramos niños, aunque en la adolescencia nos desviamos un poco, nos seguimos amando.

World of deception - Sasuke UchihaWhere stories live. Discover now