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Bueno, en resumen las cosas no estaban del todo bien pero habían mejorado significativamente, hablamos con Kai y bueno, accedió a decirnos que se sentía solo. No sabía a que se refería exactamente pero incluso nos ofrecimos a entrenarlo y hemos estado entrenando con algo a lo largo de éstas semanas. Sentía que las cosas se habían arreglado y juro que quiero tener paz por una vez en mi vida.

Katsuki: ¿Entonces?

- ¿Entonces que?

Katsuki: ¿Que planeas hacer?

- ¿Me ves con cara de saber?

Katsuki: Muchas preguntas, pocas respuestas. Mejor busca otra receta, ya quemaste todas las manzanas.

- Si, si. Me di cuenta.

Katsuki: Eres pésima en esto.

- Ay por favor. Cállate. ¿Por qué no intentas hacerlo tu? Ya que andamos muy habla y habla hoy.

Katsuki: No gracias, ya comí.

Katsuki y yo hicimos una apuesta. Nunca en mi vida he sido tan buena en la repostería así que me retó a hacer un pastel de manzana, pero es el tercer intento y nada que me sale bien. Bueno, pueden imaginarse sus risas y va ganando la apuesta, obvio eso lastima mi orgullo mucho.

- Huele a quemado ¿Que haces?- Sasuke bajó las escaleras con un libro en su mano.

- Hice una apuesta con Kiwi a ver si podía hacer un pastel, pero no he podido.- Limpié todas las cosas para hacer una nueva mezcla.

- ¿Quien es Kiwi?- Preguntó colocándose detrás de mi.

- Katsuki.- respondí.

Katsuki: Verdaderamente no puedo creer que recuerdes ese apodo tan estúpido. Que vergüenza.

- Como no me voy a acordar si así te presentaste. Señor Kiwi Kawaii...

Katsuki: No me recuerdes mi pasado, me da pena.

Reí un poco, recibiendo una mirada extraña de Sasuke, a lo que solo negué y coloqué la nueva mezcla en el molde.

- Deberías colocar un poco de mantequilla y harina para que no se pegue.- Me dijo Sasuke dejando su libro de lado.

- Katsuki dice que no se vale tener ayuda.- devolví la mezcla al bowl.

- ¿Y a mi que me importa lo que el diga?- solté una pequeña risa.

Katsuki: Dile a tu esposo que se puede ir a la mierda.

- Dice Katsuki que te puedes ir a la mierda, que tampoco sabes cocinar... uuh..- coloqué un poco de mantequila y harina en el molde.

- Dile que si quiere podemos pelear a ver cual de los dos queda en la mierda.- rodó sus ojos.

- Ya, no se pongan a pelear. Más amor, menos peleas.- volví a colocar la masa en el molde y la llevé al horno.

Katsuki: Aburrida. Yo no quiero amar a tu esposo, yo quiero patearle el trasero.

- Ni modo.

Aquella tarde, finalmente cociné el pastel y aunque no parecía comestible, si lo era. El día acabó tranquilo y pues yo me sentía tranquila. Los niños pasaron el día con Naruto hoy y creo que se quedarían la noche con el.

Si, eso significaba que estaba sola con Sasuke.

Lo que significaba...

- Bien ¿Lista?- cuestionó mirándome fijamente, yo di un profundo suspiro.

- Tratemos de no romper nada esta vez.- palmee la cama un par de veces.

Sujeté las almohadas con fuerza entre mis dedos, dando otro suspiro. Entonces le lancé la almohada directamente al rostro, desafortunadamente, el la esquivó. Cuando me lanzó su almohada también alcancé a esquivarla y alli comenzó la guerra.

La última vez que peleamos con almohadas, rompimos la cama porque nos subimos en ella a darnos golpes con las almohadas y ella solo se rompió de tanto brinco.

Sujeté otra almohada con fuerza y le di directo en el rostro, ahora el soltó una corta carcajada sarcástica, sabía que ahora yo estaba en problemas. Corrí fuera de la habitación cuando lo vi cargar uno de los cojines del sofá que estaba junto a la estantería de libros. Esas cosas pegaban duro. Me escondí debajo de las escaleras cuando escuché sus pasos acercarse, afortunadamente tenía una almohada en manos.

Cuando bajó completamente, le lancé dicha almohada en el rostro y quise escapar pero el me tomó por el brazo y me cargó como saco de papas. Era una especialidad que tenía.

- ¿No estamos muy viejos para esto?- Cuestioné observando sus glúteos. Tenía una perfecta vista.

- Nunca está de más.- me dejó caer en el sofá y se recostó sobre mi.

Sin segundas intenciones, colocó su cabeza en mi pecho y su brazo me rodeó. Yo metí mis manos entre sus cabellos para darle algunas caricias a su cabeza, me sentía sumamente cómoda teniéndolo así.

- ¿Estás cansado?- Cuestioné sin detener mis caricias.

- Para nada, pero me gusta tenerte cerca.- dejó un indefenso beso en mi pecho, el cual estaba algo descubierto gracias a la camiseta de tirantes que traía.

- Bueno, aquí estamos cómodos.- dejé ahora un pequeño beso en su cabeza.

El se separó unos momentos para buscar una pequeña manta que teníamos allí en el espaldar del sofá, y así la colocó sobre nosotros, volviéndose a recostar sobre mi. Éste había sido un dia para nosotros y si que lo necesitábamos. Como siempre he dicho, Sasuke con su familia es distinto al Sasuke que conocemos fuera de su zona de confort.

- __________- llamó.

- ¿Dime?- respondí, deteniendo mis caricias.

- Te amo.- dijo, pude notar como cerraba sus párpados.

- Yo también te amo, corazoncito de melocotón.- claramente, vi su mueca de disgusto.

- Demasiado dulce para mi.- yo solté una carcajada.

- Lo sé.-

El resto de la tarde lo pasamos allí, hasta que cayó la noche y sabía que el estaba quedándose dormido. Finalmente su respiración se hizo más pesada y noté que ya se había quedado dormido. Entonces, aunque lo tenia sobre mi, decidí dormir de igual manera.

World of deception - Sasuke UchihaWhere stories live. Discover now