¿Omega sin marca? #2 [YOONMIN]

Capítulo 2: "Pero no puedo"

Un rubio omega estaba acostado encima de Yoongi con su espalda sobre su pecho y sentado entre sus piernas, ambos veían una película de ciencia ficción en la televisión.

Jimin veía atentamente la pantalla sintiéndose demasiado cómodo en los brazos del alfa, su alfa, mientras sentía un brazo de éste en su cintura y otro dejando caricias en su cabello. Yoongi tenía sus ojos cerrados disfrutando del suave y dulce aroma del rubio, quién ya liberaba su aroma.

– ¿Yoongi Hyung? – preguntó él rubio removiendose en los brazos del alfa

– ¿Sí?

– ¿Ya te dormiste?

– Si estuviera dormido no te hubiera contestado. – contestó Yoongi quitando las manos del cuerpo de rubio quién se removió en sus brazos volteando su cuerpo para quedar de frente a él.

Le sonrió dejando a la vista sus dientes blancos y sus pomposas mejillas dando una vista realmente tierna con sus ojos en dos preciosas medias lunas. Yoongi sonrío enamorado de ese rubio dejando ver sus rosadas encías, acariciando con su mano una de las mejillas de Jimin.

Amaba la suave piel del rubio y como esté se sonrojaba ante su tacto. Su corazón comenzó a latir con fuerza y se acercó a la frente de Jimin dejando un casto beso ahí viendo a esté abrir sus ojos sorprendido para después sonreír. Le encantaba ver las reacciones del castaño.

– ¡Hyung, me sonroja! – exclamó con voz melosa él rubio metiendo su rostro en la curvatura del cuello de Yoongi, sintiendo su adictivo aroma.

Aquél aroma a yerbabuena, menta y eucalipto era muy adictivo para él y su lobo. Cómo esté le traía tranquilidad y paz a su corazón era impresionante.

Sintió las manos de Yoongi sobre su cabello y él aferró sus manos al pecho del mayor. Disfrutaba el tiempo que estaba con Yoongi, amaba cada gesto que el mayor hacia y cómo lo trataba y hablaba, lo único que le molestaba, es que su omega en los últimos días había estado más alborotado que de costumbre cada que sentía al lobo de Yoongi cerca.

– ¿Hyung? –  llamó la atención del pálido cuando elevó su cabeza para ver sus ojos. Yoongi le respondió con un asentimiento. – Lo sabes – añadió viendo un ligero sonrojo en las mejillas del alfa y sin que el se lo esperara unió sus labios con los delgados de Yoongi.

Cerró sus ojos haciendo su cabeza a un lado atrapando entre sus labios el inferior del alfa y comenzando un suave y dulce beso que fue correspondido al instante. Un lento vaiven en dónde ambos labios se acariciaban y sentían.

Sentía su corazón latir fuertemente a la vez que se sentía seguro y completo con él alfa. Podría seguir así el resto de su vida con solo saber que sus sentimientos nunca serían rechazados, de saber que había encontrado a esa persona con la que se sentía cómodo y amado, con aquella persona que había complementado su vida.

Se separó de los labios del alfa cuando el aire faltó, manteniendo sus ojos cerrados y dejando su rostro cerca de Yoongi con su frente sobre la suya, sintiendo la respiración acelerada mezclarse con la suya.

– Lo sé.

Sí, amaba el tiempo con Yoongi. Aunque no todo el tiempo era así.

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– Tengo que irme, cachorro – habló Yoongi tomando las mejillas del rubio quién estaba acostado a lado de él.

Ahora, ambos se encontraban acostados en la cama del omega. Yoongi amaba acostarse ahí pues el aroma de Jimin se concentraba haciendo revolotear a su lobo y a él deleitarse con tan hermosa mezcla de aromas.