CAPÍTULO 24 | AÑO NUEVO |

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— ah, así qué te gusta estar conmigo solo cuando lo deseas — dijo Tom mientras estaba sentado en mi cama.

— si — dije mirandolo.

— está bien, me gusta — dijo indiferente y desviando su mirada.

Escuchamos unos pasos y unos golpes en mi puerta.

— ¡________! ¡abre! — era Liz quién hablaba furiosa.

Tom me miró divertido y comenzó a hacer ruidos extraños como si estuvieramos teniendo sexo.

— oh sueltame ________ por favor — se quejaba Tom y yo ni siquiera estaba tocandolo.

Entrecerre mis ojos mirandolo.

— ¿sigo? — susurró.

— no, cállate

Tom iba a abrir la boca para seguir y yo se la tape rápidamente, él estaba sentado en mi cama y yo estaba parada entremedio de sus piernas tapandole la boca. Sentí que me tomó la cintura con sus manos y caímos a mi cama, yo encima de el.

Le destape la boca y me sonrió perversamente.

— ________, ¡abre ahora si no quieres que llame a una campista! — se enfureció Liz

Tom rió en silencio y yo también, pero después le tome el peso a la situación.

— no, nadie llamará a nadie — dije poniendome de pie, pero él me agarro de la cintura y no me dejaba pararme.

— dame un beso — susurró.

— no, sueltame — grité susurrando.

— dame un beso y te suelto — sonrió divertido.

— Tom..

— ________ —dijo riéndo.

Le dí un beso corto y me puse de pie.

—¿a eso le llamas un beso? — susurro.

— ya basta

— ¿quieres que te muestre como es un beso? — sonrió con perversidad.

— ahora no — respondí frunciendo el ceño.

— bueno, mas tarde entonces — se encogió de hombros y abrió la puerta saliendo.

Liz estaba histérica pidiendole explicaciones a Tom quién solo le dijo "tranquila Liz, tú y yo no somos novios" y caminó fuera de la cabaña dejando a una casi asesina en frente de mi.

— en cuanto a ti — dijo volteando su cabeza y mirandome — no vivirás en paz mientras estes aquí

La mire ingenua.

— que miedo — dije sarcástica y cerrando la puerta.

(...)

— ¡al fin fin de año! — gritó Cole haciendo qué todos nos rieramos.

Eran las siete de la tarde y hacia un calor infernal. De hecho andabamos todos con trajes de baño por la cabaña ya qué la piscina estaba cerrada por qué la estaban preparando para la noche.

Mi relación con Tom estaba casi igual, pero ahora estaba extraño por qué me había visto varias veces con Louis. No sé de qué se pone celoso ya que lo nuestro es solo un juego.

Liz me odia como siempre y hace de todo por arruinar mis días, pero no le ha resultado.

Fueron pasando las horas y la fiesta comenzaba, salimos al patio central y lo primero qué vimos fue una pantalla gigante en donde salía la hora.

Ganar perdiendo | Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora