Fuutarou es un chico normal de preparatoria y el primer puesto de su clase en el instituto. Lo "único" malo que muchos destacan en él es su individualismo, a la vez que su frialdad con los demás.
Uno de los días que menos se lo espera, llegará algu...
El cielo se encontraba despejado. Un momento que otro, se podía ver las nubes pasando por el cielo en sentido horario mientras la estrellas daban todo de si para deslumbrar con su resplandor. Pero toda la atención se iba a la hermosa luna de esta noche.
Era luna llena.
"¡Discúlpate por lo que dijiste!"
"¿No te das cuenta del daño que le estas causando?"
"Tu eres la que mas daño le haces..."
- Huh...
Nakano Miku apretó sus piernas contra su pecho. Tras toda esa discusión que se había ocasionado en el apartamento, ella había decidido que lo mejor era salir de ahí. Lo que menos deseaba era que se peleen entre ellas. Sabía que si seguía ella ahí, Nino iba a hacer hasta lo imposible por defenderla. Todo había empezado bien con Itsuki y Yotsuba, pero aún no lograba entender a su hermana mayor. Todo era demasiado confuso.
- Por que...tenía que terminar así...
Miku miró para ambos lados. Se encontraba sentada en una de las bancas del parque central de la ciudad. Sacó su celular lentamente para ver que hora era, a pesar del frío que pasaba.
"Tiene 7 llamadas perdidas: "Mi angelita Nino <3"
Eran las 9 y medía de la noche, y el frío cada vez se hacía más fuerte.
La mente de nuestra protagonista se encontraba ahora en un debate consigo misma. Ella, por un lado, quería regresar a casa y arreglar todo. Invitarlas a comer a algún lado al día siguiente y intentar nuevamente formar lazos con su hermana mayor. Pero algo le decía que eso no iba a funcionar. Que si se alejaba de su apartamento y de ellas, todo se iba a arreglar solo.
Finalmente, levantó la cabeza y para dejar los problemas a un lado por lo menos por unos segundos, empezó a contar las estrellas en el cielo.
- Una, dos, tres....
Hasta que, finalmente, fue sintiendo como sus parpados empezaron a cerrarse lentamente. Tanto su cuerpo como su mente habían al fin cedido y caído en un profundo sueño.
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- ¡¡Miku!! - decía una voz fuertemente
- Eso no estuvo bien, Ichika... - decía otra
Fuutarou abrió lentamente la puerta una vez más para ver si era seguro salir. No lo quedó más opción de cerrarla nuevamente al ver a 2 chicas de espaldas frente a él. Sin dudas, este día iba a quedar marcado como el más extraño y mas estresante de su etapa escolar.
