Entre acordes

El pollito pio

- Narra Vanesa -

- Me despertó la sensación de ser observada, cuando finalmente abrí los ojos estaba Mónica apoyada en su codo mirándome con una sonrisa -

_ ¿Por qué me miras así? - Hice que se acercara y me abracé a ella -

_ Tú me ves dormir en tu casa y yo en la mía, ya estamos en paz.

_ No sabía que era una competencia.

_ No lo es, buenos días. - Me tomó de la cara y me dio un gran y largo beso -

_ ¿Si me vuelvo a dormir me vuelves a despertar con esos buenos días?

_ Aunque me encantaría quedarme todo el día aquí ya mi hermano me escribió que los niños los van a enloquecer preguntando a qué hora llegamos, ¡Así que venga!

- Nos levantamos y como ya era costumbre para no distraernos cada una hizo una tarea diferente, ahora fui yo quien me duche primero mientras ella preparaba el café, luego mientras ella lo hacía yo arreglé un poco la habitación, en menos de una hora estábamos desayunando con toda su familia.

A media mañana Vega estaba enfurruñada por qué su papá no quiso llevarlos a la playa y me fui a pintar con ella para tratar de distraerla hasta que se me ocurrió una brillante idea, creo...

_ Vuelvo en un ratito, iré hablar una cosa con tu tía. No te salgas de las líneas.

_ Vale, pero no tardes.

_ ¿Ya se le pasó la rabieta? Me preguntó Mónica al llegar donde estaba.

_ No mucho la verdad, tiene el ceño tan fruncido que tiene enredadas las dos cejas. - Nos reímos y nos dimos un beso -

_Pero es que la pobre tiene como mil días que no se baña en la playa.

_ ¡Ya te cameló! No son mil días, creo que no pasa de dos semanas y es por razones médicas, tiene un problema en la piel y la arena, como el agua salada le hace daño.

_ Lo sé, pero a su edad los días cuentan por más, cuando yo era niña estar un día sin ir a la playa era una catástrofe. Igual se me ocurrió una idea

_ Miedo me das, Martín. - Me miró achicando los ojos y yo puse mi mejor cara de niña buena -

_ ¿Y si les compramos una piscina y la llenamos ahí en la sombra? Si el problema es la arena y la sal una piscina no le va hace daño ¿O sí?

_ Que yo sepa no, Dios no puedo creer que te haya convencido con su drama, ni 15 minutos llevas sola con ella y ya te engatusó. - Se empezó a reír a carcajadas -

_ ¿Contigo también lo hace verdad?

_ Y lo peor es que lo sabe - Admitió muy seria - Lo bueno es que ya sé que no soy la única. Déjame preguntarle a mi cuñada a ver.

_ Apúrate, porque ya tenemos que ir a retirarla en la tienda.

_ ¿Cómo que a retirarla?

_ Digamos que ya la compré y en 20 minutos está lista para recogerla.

_ ¡Pero Vanesa!

_ Solo había una disponible, Mónica. ¿Y si mientras venía a preguntarte se acababa? - Trataba de aguantar la risa pero no lo conseguí y ella acabó riéndose conmigo -

_ Eres de lo que no hay, espero que si se pueda sino no sé qué vas hacer con la fulana piscina.

_ La cambiamos por chuches y refrescos, seguro con eso se les olvida la playa.