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Fue ayer cuando ocurrió la extraña actitud de Jungkook.
Aún no sabía el porque de sus acciones, pero probablemente las cosas no vuelvan a ser iguales, poco tiempo llevaba desde mi traslado a mi nueva escuela y ya pasaban cosas raras.
Mi teléfono no paraba de sonar desde la mañana.
Era él.
Tomé la decisión de ignorar sus llamadas y mensajes, y aunque fuera algo inmaduro, no me sentía en las ganas de hablar con él.
-Vamos Nini, conversa con Jungkook, de seguro esta arrepentido. -
-Tú siempre ves las cosas buenas de todos Rosi. -Dije riendo.
-Tal vez tú también deberías. -
-...-
-Vamos Nini, deben aclarar lo que ocurrió. -
Suspiré cansada de estar insistiendo que no. Escuché mi celular sonar nuevamente.
Agarré la llamada.
-¿Jennie? - Escuché al otro lado del teléfono.
-¿Que quieres?- Respondí sin interés.
-Escucha, sé que estás muy molesta por lo que sucedió ayer, te lo quiero explicar todo -
Vi a la peli rosa que estaba sentada al lado mío escuchando todo lo que estaba diciendo el chico
-¿Podemos vernos? - Preguntó.
Rápidamente Rosé se levanto de su lugar haciéndome señas raras, supongo que quería que aceptara su oferta.
-Está bien, ¿En donde?
-Genial, ¿esta bien en el parque central en 20 minutos? -
-Claro, allí estaré. -Sin esperar ninguna respuesta colgué la llamada.
Recogí mis cosas.
-Ya vuelvo. -Hablé dirigiéndome a la chica.
-Esta bien, no tardes que me aburro. -Sonrió.
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