Capítulo 33 - El día esperado

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Aquella mañana resultó siendo mas fría de lo pensado, el otoño ya estaba por despedirse y el tempestuoso invierno no tardaría en abrirse paso en unos cuantos días.

Una sutil brisa helada entro por la ventana de la habitación donde Yui se encontraba recostada aún sumergida entre las sabanas de la cama. Su cuerpo se estremeció al sentir el roce del frío tocando su piel, así que extendió el edredón hasta cubrir todo su cuerpo, se acurrucó cómodamente en la cama y prosiguió a continuar disfrutando de aquel agradable y tranquilo momento, después de todo no había nada mejor que quedarse en la cama cuando el clima tenía ese tipo de cambios.

Lastimosamente había olvidado por completo algo muy importante...

—¿Aun sigue dormida? —preguntó una voz femenina elegante y refinada que hacía su entrada a la habitación. Yui se encontraba un tanto adormecida pero claramente pudo escuchar el sonido de unos tacones provenientes de la puerta acercándose a ella.
Abrió sus ojos y se quedó quieta en la misma posición escuchando atenta lo que estaba pasando.

«Nunca había escuchado esa voz ¿quien podrá ser?»Se preguntaba curiosa la rubia.

De pronto la habitación se llenó de un sospechoso silencio. Yui se tranquilizó un poco y prefirió ignorar lo que había escuchado y cerró sus ojos nuevamente, sin embargo, al hacerlo sintió una mano furiosa que apartaba de forma brusca el edredón de su cabeza dejando al descubierto la expresión de terror que invadía su rostro.

— ¡Oh! ¡Buenos días mi Lady! Es hora de dar comienzo. —Una esbelta mujer de cabellos dorados se encontraba de pie junto a su cama; ella era la responsable del ruido que anteriormente Yui había percibido. — ¡Considérese dichosa mi Lady! Usted será la primera humana que podrá gozar de mis talentos como modista. —Su voz sonó enérgica y entusiasmada; además el brillo en sus ojos color carmín demostró las ansias que trataba de contener por empezar de una vez con su trabajo.

— ¿Disculpa, quien eres? —Preguntó Yui tratando de cubrir su pecho con el edredón.

—Ella es Scarleth Katsuki —, interfirió una tercera voz desde la puerta del cuarto. Ayato se encontraba reclinado en el umbral de la entrada observando todo.

— ¡Asi es, esa soy yo! —alardeó con orgullo la mujer.

—Ella se encargará de prepararte para la ceremonia.

— ¡¿C-ceremonia?! —Se estremeció la humana.

— ¿No me digas que olvidaste lo que hablamos ayer por la noche? —Cuestionó el pelirrojo cruzándose de brazos.

—Creí que no lo habías dicho en serio. —Titubeó avergonzada desviando su mirada hacia un lado.

Ayato se sorprendió al escuchar tal cosa, sin embargo, prefirió evadir sus palabras y hacer como si no las hubiese escuchado.

— ¿Estas segura que podrás controlar tus impulsos Scarleth? —Averiguó con desconfianza, él sabía muy bien que cualquier vampiro podía perder el control al tener la tentación de sangre humana cerca, por ello se había tomado la tarea de buscar por todo el reino a la persona correcta para que se encargará del arreglo de la novia, y entre ellos se encontró con Scarleth, ella fue la que más ganó su confianza debido a su actitud tan sincera e hiperactiva. 

—Ya le dije que no se preocupe por eso, en estos días me he dedicado a guardar una dieta libre de sangre, le aseguro que la novia estará en muy buenas manos.

—Bien...cuando termines ya sabes que hacer. —dijo Ayato para luego dar media vuelta, cerrar la puerta y marcharse del lugar.

— ¡Muy bien linda, es hora que te levantes! Tenemos poco tiempo así que lo mejor sera comenzar ya. —Scarleth llevo a empujones a Yui hasta el baño pidiéndole que se apresurara, ya que el pelirrojo le había dado un aproximado de dos horas para que culminará con su labor.

La Sirvienta Del Vampiro Where stories live. Discover now