Azul, Un Color Frío.

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"... 'cause when you walked into my life
I could feel my life begin,
like I was torn apart the minute I was only born,
and you're the other half,
the only thing that makes me whole..."

» Aurora - Exist for love.

Thor.

Mi dulce alfa y la luz de mi vida.

¿Qué podría decir acerca de él? Realmente son tantas cosas que no sé por dónde empezar, tal vez podría iniciar hablando sobre su infinita generosidad, siempre me pareció una virtud digna de destacar, sobre todo en alguien como él, que aparenta ser una fría pared de músculos sin emociones, un Alfa listo para moler a golpes a cualquiera que se interponga en su camino. Es curiosa la manera en que él logra cambiar toda este falso juicio sobre su persona con una sola palabra, con una de esas miradas cálidas que te abrazan el alma, con su sonrisa de tonto que te hace querer colgarte de su cuello y nunca soltarlo.

En definitiva, Thor fue la persona más generosa que conocí en mi vida, tanto que pudo llegar a molestarme, porque siempre antepuso el bien común a sus propios intereses, siempre me dejaba elegir el primer pedazo de pizza y él, alegando que no tenía mucha hambre, solo comía lo que yo dejaba, siempre me dejó escoger las películas nocturnas y las series de Netflix con las que hacíamos maratón los fines de semana, nunca se quejaba por mis constantes cambios de humor, nunca me reclamó cuando cambiaba nuestros planes a última hora por alguna cuestión del trabajo (y él realmente odiaba esto). A veces me sentía abrumado por esta actitud tan pacífica y sumisa, y he de admitir que de vez en cuando me gustaba molestarlo haciendo cosas que sabía que no le gustaban, como cambiar la decoración de la casa sin consultarle o pintar las paredes con algún color feo, esperando que él me reclamara o dijera algo al respecto, yo quería discutir, que me diera la contra y tomara las riendas del asunto, que me dominara e hiciese valer su opinión. Pero esto jamás pasó, y yo llegué a cansarme un poco.

Esto empezó a cambiar cuando nació Ivar, supongo que su instinto protector y el inmenso amor que siempre sintió por nuestro hijo le hizo reaccionar, Ivar se volvió su prioridad para absolutamente todo. Ahora era él quien escogía las películas nocturnas, (Thor se aprendió todas las canciones de Dumbo y Pinocho para cantárselas antes de dormir. Dato inútil pero que tenía que contar) y también quién comía el primer trozo de pizza.

Fueron en estos años cuando comenzó a mostrar esa actitud fuerte y decidida que siempre amé de él, ahora no sólo veía por mí bienestar y comodidad, sino por nuestra familia, por los tres, y que se haya incluido en esto de "Los tres tenemos que sentirnos cómodos y estar bien con X decisión" me llenó de alivio y orgullo.

Ahora empezaba a reclamarme por los fines de semana que me la pasaba en el trabajo, por los días que tenía que salir del país, por las reuniones y eventos a los que teníamos que asistir, por haber expuesto a Ivar a las cámaras cuando apenas tenía un par de años de edad. "Nuestra familia es primero, Loki" me decía, y yo lo sabía, pero en esos momentos me cegaba el absurdo orgullo por pensar que él solo trataba de controlarme, estaba tan acostumbrado a su enfermiza sumisión que verlo tratando de hacerse escuchar y tomando sus propias decisiones me asustó, y lo único que atiné a hacer fue huir, huir por miedo a que se diera cuenta de lo valioso que era y que al final pudiera abandonarme, porque la realidad de todo esto es que yo jamás merecí su amor.

Y cuando él por fin escupió todas mis verdades sobre mi rostro, tuve una mezcla extraña de sentimientos que casi se desbordan de mi, era felicidad y tristeza, porque en el fondo sabía que tenía razón, porque Thor siempre tuvo razón.

Su único error fue intentar que yo fuera feliz sin importarle salir lastimado en el proceso, pero lo que nunca supo fue que desde el primer momento que él me miró, que me sonrió y que me besó, bastó para llenar de felicidad mi vida entera.

Pero a pesar de que mi amor por él se desbordaba por cada poro de mi piel, esa noche me fui, susurrando un último "Te amo", palabras que se desvanecieron junto con el vapor que dejó mi aliento en la ventana del taxi que me llevó al aeropuerto.

¿Y después de eso?

Creo que hablamos un par de veces por video-llamada en los tres meses que estuve fuera del país, esto solo fue porque se coló accidentalmente en mis pláticas con Ivar, y no, no fueron agradables nuestras escuetas conversaciones, porque la palabra "divorcio" era la protagonista.

"Deberíamos discutir los términos cuanto antes para que no sea muy pesado para Ivar" me decía, y ambas veces le respondí que sería mejor hablarlo a mi regreso, con más calma y tiempo, él sólo asentía con un ligero movimiento de cabeza, y luego de desearme suerte y decir que me cuidara, daba por finalizada la comunicación.

Sí, sí, eso de "lo hablaremos a mi regreso" era un intento desesperado por posponer el final inevitable, porque yo jamás quise separarme de él, y a pesar de los meses que estuve lejos mi amor no menguó ni por un solo segundo.

No lo pensé mucho cuando decidí regresar antes de lo planeado, faltaban un par de días para Navidad y me dije a mi mismo que no podía romper con la tradición de pasar esas fechas juntos por mi absurdo orgullo. Ivar casi me deja sordo de un oído cuando le dije que estaba por tomar un vuelo a casa, y Thor...

Thor sonrió con ojos tristes.

A pesar de que insistí con que podía tomar un taxi ellos vinieron a recibirme. Ivar corrió hacia mí apenas me vio y tuve que soltar mis maletas para poder alzarlo en brazos y darle todos los besos que no pude estando lejos, "Te extrañamos mucho, papi" me dijo cuando volví a dejarlo en el suelo, y yo quise creer que ese "te extrañamos" incluía a Thor. No estoy seguro de lo que sentí cuando él al fin se acercó, tenía las manos metidas en los bolsillos y miraba a los lados pareciendo nervioso, me di cuenta de que se había dejado crecer la barba y el cabello, que traía amarrado descuidadamente en un intento de moño, aún así seguía viéndose muy atractivo, para mi desgracia. Quien sabe porqué extendí mis brazos al tenerlo tan cerca, quien sabe porqué él no lo pensó dos veces antes de esconderme en su cuerpo, nadie dijo nada, las palabras salían sobrando, de lo único que era consciente estando entre sus brazos era de que lo había extrañado demasiado, su calidez, su aroma a bosque, su tacto, el sonido de su respiración tranquila y acompasada. Él me estrujó con más fuerza cuando me sintió aspirando el aroma de su cuello, y supe en ese instante que no quería que me suelte jamás.

Yo nunca quise alejarme, yo nunca quise que él sintiera tristeza por mi causa, yo soñaba con una vida juntos, nos veía teniendo más niños, saliendo en familia los domingos, comiendo helado en las noches mientras veíamos alguna película, yo quería verlo cantándole a Ivar cada noche por el resto de mi vida, yo quería que me recibiera con un beso y una de esas sonrisas reparadoras siempre que llegara del trabajo, yo quería tenerlo a mi lado para siempre.

Porque lo amo, y no me interesa como termine esta situación, yo siempre lo seguiré amando.

Verde, rojo y azul [Thorki] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora