"ꜱᴡᴇᴇᴛ ɪɴꜰᴇʀɴᴀʟ ᴀɴɢᴇʟ"- ʜᴀʟꜰ ᴅᴇᴠɪʟ ʜᴀʟꜰ ɢᴏᴅᴅɴᴇꜱꜱ (PAUSADA TEMPORALMENTE)

Capitulo XIII.

"Irresistible Badass Witch"

Salí de mi habitación y me dirigí hacía el patio, caminando en dirección al campo de Quidditch.

Y ahí estaba Oliver.

Sin las escobas...

Oliver me estaba esperando con los brazos detrás de su espalda, llevaba puesto un suéter muy lindo de color rojo, además de un pantalón y tenis negros.

Sus mejillas estaban levemente rosas y tenía una gran sonrisa en su rostro.

Lucía muy bien para ser honestos.

Me acerque para saludarlo y colocó su mano en mi cintura para darme un beso en la mejilla.

Olía jodidamente bien.

—Te ves muy linda— Dijo él alegre.

Pude notar como sus mejillas se sonrojaban aún más por haberme dado aquel cumplido.

—Gracias—Sonreí de lado — Tú también te ves bien Wood.

Yo no sé que mierda me pasa, porque yo siempre llamo a la gente por su apellido.

Siendo más específica a los hombres.

Es una manía que nunca se me quitó, siempre era "Wood" "Potter" "Weasley" "Riddle" y a ellos les molestaba.

Siempre se enojaban y me golpeaban sutilmente, o me miraban molestos y serios.

—¿Qué pasa? ¿Hice algo malo?— Preguntó extrañado— ¿Por qué me llamas por mi apellido?—. Soltó una risita nerviosa.

Se veía muy tierno con su semblante confundido y el ceño fruncido.

—Lo siento. Tengo la costumbre de llamar a todos por su apellido—Dije jugando con mis manos.

Él sonrió y tomó mi mano.

Deslizaba su mano con la mía como si estuviera hecha de algún material extremadamente frágil, la tomo con extrema delicadeza.

Estaba rozando su pulgar sobre mi mano.

—¿Te han dicho que cuando te pones nerviosa te ves muy tierna?—Soltó de la nada sonriendo.

Yo me sonroje y agaché la cabeza, pero me recompuse enseguida.

—¿Qué?, ¿Yo?....¿Tierna?—Lo miré con el ceño fruncido— Vuelve a decir que soy tierna y te arranco la...

—¿Lengua?—Interrumpió él arqueando una ceja—. Házlo—Solto sin vergüenza alguna acercándose un poco a mí—Veo que los chicos tienen razón.

—¿De que estás hablando Wood?— Pregunté cruzándome de brazos mientras arqueaba una ceja—. ¿A qué te refieres con los chicos tienen razón?—. Dije fingiendo su voz.

El soltó una risita.

—Tranquila. Baja tus defensas; Eres una bruja ruda e irresistible.

—¿Eso es lo que dicen los chicos sobre mí, eh?—sonreí con picardía—. ¿Qué más dicen?— Eliminé cualquier espacio que había entre Oliver y yo y rocé con lentitud mis labios sobre los de él.

-Pues, ellos— Su respiración se volvía inestable, estaba logrando lo que quería— Ellos dicen....

—¡Hey!—Interrumpió una voz del otro lado del campo—. ¡¿Quién anda ahí?!

Era el conserje, El señor Flich.

Gracias a la distancia le era difícil ver nuestras caras.

—Toma mi mano—. Dije con voz apresurada.