~ Conflictivo ~

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Los temblores provenientes del suelo y el nocturno paisaje que envolvía todo el ejército Shinobi, aparecía en un leve campo de visión que enfocaba exclusivamente el enorme monstruo de 10 colas.

Las Biyudamas iluminaban el cielo oscuro como fuegos artificiales mientras que los gritos de los soldados retumbaban de sumo miedo y horror.

La poca energía y el cansancio extremo, la ayudaron a ver el panorama con claridad, mientras que su pecho se agitaba con fuerza al apretar sus pergaminos.

Una leve idea que recorría por su mente la motivaba a seguir adelante, repasando los incesantes entrenamientos sofocadores de sellados que aprendió en toda su carrera Shinobi.

Ver a Madara en su transformación Jubística fue suficiente para decidir eliminar cualquier rastro de su mera existencia. Por fin sus esfuerzos del control de chakra valdrían completamente la pena.

Desplegó la fina capa del pergamino y lo dejó caer rodando por el suelo, demostrando la pura y blanca capa de la hoja.

-- Llegó tu hora del sellado Madara -- Alzó sus dedos hacia la altura de su mentón, cerrando los ojos con una seguridad que nunca había concebido en toda su vida, y tras una formación indomable de sus manos, dibujó un espiral negro al palmear el suelo bruscamente.

Su energía corría por sus venas hacia sus manos al mismo tiempo que apretaba con fuerza su mandíbula al expulsar la cantidad de chakra necesaria para el perfecto sellado, sin embargo, un ensordecedor grito interrumpió su total concentración.

-- ¡NEJI ESTÁ MUERTO! ¡ESTÁ MUERTO! --

Muerto...

Se inclinó hacia delante no teniendo control de su estado de shock, impactando sus manos contra el cruel y rocoso suelo de batalla al sostener su cuerpo que no respondía con naturalidad.

Con rapidez, sus compañeros corrieron hacía el lugar del delito, impidiendo quedarse en shock sin antes comprobarlo con sus propios ojos, tomando una fuerza sobre natural al salir corriendo hacia la tragedia sin importar lo que estaba haciendo.

Sus pasos se detuvieron al verlo caído entre los brazos de Naruto, optando por ver también, la desgarradora escena de su prima arrodillarse a su lado, llorando a cántaros.

Tuvo el impulso de alzar sus propias manos y verlas con sus ojos castaños, brotando lágrimas fugitivas mientras sentía como escurría sangre por sus dedos que manchaban a gran escala su uniforme Shinobi.

Se arrodilló, llorando para cubrir sus ojos al saber que lo había perdido. Lo había dejado solo, lo había sentenciado a muerte por no estar a su lado en cada instante para protegerlo con su armamento Ninja.

Imprevistamente el sonar de los pájaros cantando en una mañana la distrajeron, parando su llanto al abrir lentamente los ojos y visualizar el campo de batalla en un hermoso sendero de un espectacular paisaje.

La brisa se coleo por sus mechones castaños al moverlos con suavidad, detallando cada espacio a su alrededor mientras se levantaba.

Una silueta poco visible se encontraba sentada en una roca a lo lejos, poseyendo una bata blanca con el revoloteo subibaja de su cabello largo.

-- ¿Neji? -- Susurró al dibujársele una pequeña sonrisa en sus labios, queriendo acercarse para tocarlo pero no podía llegar a su lado.

-- ¡Neji! ¡Hey! ¡Soy yo! -- Agitó su mano en alto pero seguía sin dejar mirar el horizonte -- ¡Neji! ¡Soy Tenten! ¡Voltea! -- Al no escucharla, intentó correr hacia él pero nunca llegaba a su lugar, cada vez se alejaba más y más.

Efecto colateral  [Nejiten]Where stories live. Discover now