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Desperté sobre exaltado, de nuevo.
Estaba en mi casa, George todavía está aquí y no hay ningún hospital.

¿Cuántas veces más soñare lo mismo?

Tengo una semana que no me corto, están cicatrizadas, casi por completo.

Tire las sábanas al suelo, buscando rastros de algo que no a sucedido, me siento aliviado de cierta manera..
No hay que apresurarse.
Me senté en la cama, con la intención de olvidarme de eso e ir a la cosina, para desayunar.

Me fui con los pies descalzos, sintiendo el frío del piso en cada paso.

Abrí la puerta con cautela tras escuchar una voz al otro lado, era más que claro quién era, reconocería esa voz donde sea.

George estaba haciendo pan francés y jugó de naranja, mientras cantaba una canción, mi canción.

Me acerqué sin hacer ruido, hasta quedar detrás de él.

Me incline un poco, recargando mi barbilla en su hombro, soltando un pequeño suspiro cerca de su oído, causando que su piel se erizara.

- estás bien?- su voz apenas fue escuchada, como si estuviera susurrando.

- No, pero apuesto que si me besas me sentiría mucho mejor- era costumbre mía, no tenía la intención de que lo hiciera.
En menos de unos segundos su mirada estaba fija en mi y antes de que me diera cuenta beso mi nariz.

GEORGE, que?!- simplemente río por debajo de mis quejas.

Porque de entre oscuridad, siempre emerge una luz..
Tómala antes de que desaparezca
O quieres seguir cayendo?

In Too Deep ° DreamNotFoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora