JESS

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Volviste a pedir una limonada. 

Y regresaste a tu camisa ordinaria. 

¿Ayer era un día especial para ti? 

A estas alturas nunca supe si tenías novia, ¿lo tienes? 

Si ese es el caso, mi madre tenía razón. Me enamoro de las personas equivocadas y en el momento equivocado. 

Parece que nunca podré gritarte todo mi amor, Simón.

Una limonada y dos corazones ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora