Capitulo 9 Padre e hijo...

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"...Razones hay muchas...tu eres la mejor de ellas...si este es nuestro destino...lo acataremos..."

-esta bien, tenemos un trato...- dijo el peli rojo mientras estrechaba su mano con la de su hijo- me desharé de las mujeres del harem

-que bien

-pero debes hablar bien de mi ¿de acuerdo?-el niño asintió

-¿Qué cosas buenas digo de ti? Eres déspota, con poco sentido del humor, sin mencionar que me tratas como basura – respondió el pequeño, mientras el castaño solo miraba con ojos bien abiertos la situacion

-es lo que creía- contesto el peli rojo mirándolo a los ojos- pero quiero a esa mujer y si tengo que cambiar ese concepto de ti, lo hare

-¿entonces será una hipocresía de tu parte?-le pregunto desafiante

-es lo que te puedo ofrecer, peor es nada ¿no?

-Gaara- Kankuro quería detenerlo con sus comentarios, pero le fue imposible ya que Shinki le respondió

-no podre detenerte- dijo el niño – tu tomas todo lo que deseas, pero mi mami no te será tan fácil, la protegeré de todo lo que le haga daño, incluso tu, padre – dio una reverencia para retirarse, cerrando la puerta

-¡Gaara! ¿Cómo se te ocurre decirle eso al niño? ¡es tu hijo!

-¿acaso nuestro padre nos trataba con cariño?- contesto – a diferencia tuya crecí como el asesino de mi madre, a Shinki no le he dicho nada con respecto a su madre, ni le he echado la culpa de su muerte

-eso es porque no amabas a Matsuri- dijo el castaño seriamente-si la hubieras amado, actuarias igual que nuestro padre

-¿lo estas justificando? Mi mayor pecado fue nacer Kankuro, Shinki solo tiene que soportarme hasta que se haga mayor e irse de aquí, de esta tierra maldita

-no lo digas así Gaara, Shinki aun es un niño y te necesita como padre, entonces ¿Por qué esa mujer, Hinata?, es muy hermosa lo se, nunca había visto a alguien así, pero ¿Por qué?

-no lo se...-suspiro mirando hacia la ventana viendo a la joven posando sus manos sobre su cintura aun molesta por lo que había pasado – quizás veo en ella una esperanza...

-no puedo creer que mi mami me haya castigado por culpa de mi padre, es un idiota – decía el niño caminando por los pasillos- es la primera que me regaña y me dolió, solo quiero que me perdone...

-¿estas hablando solo?- pregunto con una sonrisa una cabellera rubia mirándole con una enorme sonrisa

-no te interesa Boruto- contesto el peli negro ignorándolo

-acabamos de llegar y así me recibes, vaya heredero al trono

-¿quieres terminar?, no estoy de humor, piérdete- pronuncio molesto, haciendo que el rubio frunciera el ceño para ignorarlo de igual manera e ir al otro lado del pasillo

Mientras tanto y tal como la había visto el peli rojo, Hinata caminaba de un lado a otro molesta por lo que había sucedido en el desayuno, odiaba que la trataran como una cosa, un objeto que se llenaría de polvo, - tengo que enseñarle modales a ellos dos- se propuso, cuando su barriga de repente comenzó a sonar, presa del hambre por no desayunar, posándola sobre su panza algo colorada en su rostro, para su suerte habían varios árboles frutales a su alrededor, alzándose con la punta de sus pies para alcanzar las deliciosas frutas que le ofrecía el imperio

-necesita ayuda señorita- ella volteo encontrándose cara a cara con un rostro iluminado con orbes azuladas, y una cabellera rubia como el sol que inundaba esa mañana, haciéndola retroceder un par de pasos –lamento por asustarte

La sirvienta del principe Where stories live. Discover now