3.

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Un timbre comenzó a sonar perturbado su sueño despertándose, se estiró bostezando con su cabello revuelto, las sábanas y cobijas lo apresaban con calidez pero aquel molesto sonido no paraba provocando una ligera jaqueca, masculló varias maldiciones antes de levantarse y apagar el ruidoso aparato. Intentó acostumbrarse a la luz de la mañana frotando suavemente sus ojos, y a pesar de estar aún adormilado fue a buscar una toalla para tomar una ducha.

El agua fría que caía mojando su cuerpo lo hizo temblar levemente al sentir ese líquido vital entrar en contacto con su piel, haciéndolo estremecer y obligándolo a despertarse completamente. Se tomó alguno minutos antes de regresar a su habitación y tomar ropa limpia que consistía en un pantalón negro con una camisa blanca, un atuendo común para ir a su trabajo, tan típico para un doctor como él.

Preparó un poco de café, su taza la llevaba en su mano mientras se dirigía a la sala donde se encontraba su computadora, bebió un sorbo de ese líquido amargo antes de abrir sus correo y revisar todos sus pendientes. El café en su taza empezó a disminuir a medida que leía los correos hasta que un nuevo aviso lo alertó.

"Yoongi, amor. Espero esté todo bien. Necesito quedarme un tiempo más  aquí. Tú comprendes, ¿verdad?. Te veré dentro de dos meses. Espero estés planeando nuestra boda, lamentó haberte dejado todo este asunto a ti solo. Gracias por comprender. Te amo."

El alfa acabó de leer el corto correo en voz alta para luego suspirar - Supongo que no tengo otra opción - murmuró terminando de beber todo el contenido de su taza junto a su computador. Se levantó luego de mirar la hora en el reloj de su muñeca verificando no llegar tarde al hospital, tomó las llaves de su auto, su celular, un abrigo, y salió de su departamento.

Durante el camino observó aburrido la monótona que era la ciudad, las personas saliendo apuradas, bullicio, tráfico congestionado, nada era emocionante hasta llegar al  hospital. Saludó a la recepcionista antes de ir a su propio consultorio, dejo su abrigo para cambiarlo por una bata blanca e impecable. Caminó por los pasillos, su olor a cloro era penetrante y molesto que irritaba un poco su nariz, la soledad y la incertidumbre era un sentimiento común en ese piso, era temprano, y debía hacer su visita a cada paciente.

- Buenos días Hye - sonrió el alfa a la anciana - ¿Cómo se siente? - preguntó sin mirarla revisando los registros y observando cualquier novedad de la noche anterior - ¿Todavía tiene ardor? - se colocó un par de guantes antes de acercarse a la omega a revisar su cuello - ¿Duele? - dijo tocando con sus dedos índice y medio ejerciendo un poco de presión en esa zona, se inquietó por el color que estaba tornándose aquella marca siendo una señal de algo malo.

- Se ve realmente mal, ¿cierto? - dijo con voz calmada observando atenta las expresiones del alfa al verlo morder su labio con evidente preocupación - Desde aquí se ve más  apuesto Doctor - la anciana hizo reír al azabache mientras este se sacaba su guantes para tirarlos a un contenedor de basura -  Su prometida es muy afortunada de tenerlo como novio.

- ¿Acaso coquetea conmigo señora Hye? - comentó con humor mientras anotaba en su registro sus observaciones - Le comento que estoy comprometido.

- Todos los que somos sus pacientes los sabemos - dijo la anciana viendo al doctor tomar su estetoscopio dando la indicación que inhale y exhale - A roto muchos corazones doctor - mencionó al verlo acomodar el aparato en su cuello - El mío es solo uno más en su lista - rió al ver al azabache negar y anotar nuevamente en el registro - Espero y me invite a su boda doctor. Puedo ser una hermosa dama de honor y testigo.

- Téngalo por seguro Hye - afirmó soltando una risita y colocando su esfero en el bolsillo de su bata - El psicólogo vendrá dentro de unas horas - informó sonriendo -  Estoy seguro que mejorará.

Un Omega con mal olor. [Yoonmin]Where stories live. Discover now