،̲،̲𝐑𝐔𝐃𝐄 ‣ Minsung.˖𝄒𝄒

CAPÍTULO CUATRO

❝ EN REALIDAD A ÉL NO LE AGRADA NADIE. ❞

—¿Qué dijiste?

Chan sonrió altanero mientras un círculo de alumnos comenzaba a formarse alrededor, todos sabían que sería una pelea garantizada al meterse con el malhumorado de Minho. El único que no sabía nada era Chan, era nuevo en el colegio y a pesar de que los chismes corren rápido, él ni siquiera estaba enterado de la relación de ambos chicos.

—Se lo dije a la cosita tierna de Jisung, ¿por qué? ¿Hay algún problema, mi amigo? ¿Te ha hecho algo?—Cuestionó con aires de confianza, rodeó con su brazo el cuello de Minho de manera amistosa. Un montón de bulla se escuchó en el salón, Jisung estaba preocupado mientras se mantenía en su butaca aún.

—Ay no, Chan no sabe en lo que se ha metido con Honnie. —Murmuró Jisung preocupado, se mordió las uñas con ansias sin dejar de ver a su noviecito. Felix se acercó a la butaca de Jisung con un rostro angustiado, en sus manos portaba la tarea que había olvidado hacer y que ahora aprovechaba para realizar con la ausencia del maestro.

—Sung, ¿crees que vuelva el maestro?—Le preguntó el rosáceo escribiendo a toda rapidez en la hoja de papel, Jisung negó ante su cuestión y Felix suspiró aliviado.

—No, Felix. Sabes que el maestro tarda demasiado, se queda en la sala de maestros por el aire acondicionado así que no le pasará nada a Minhonnie.

—¿Lee?

Jisung asintió confundido y Felix se rió con ganas sin quitar su mirada de la libreta en donde escribía cada vez más apurado.

—¡Para nada! Preguntaba porque no hice la tarea del viejo de matemáticas y hasta ahora la hago, quería que me avises cuando lo veas entrar. —Le dijo antes de darse la vuelta para volver a su butaca dejando a un Jisung muy confundido.

Los gritos de los alumnos comenzaron oírse cada vez más, unos gritaban: ¡pelea, pelea! Y otros sólo comían, entre ellos estaba Jeongin y un poco más lejos Changbin lo observaba con ojos de borrego enamorado.

—¿Pelea?—Cuestionó Chan confundido sin retirar su brazo el cuello del pelinegro, Minho lo miraba con frialdad y parecía que empujaba su lengua dentro de su mejilla con paciencia.

—Quita tu brazo antes de que te lo arranque. —Amenazó Minho observando el brazo del contrario aún en su hombro, Chan lo quitó con rapidez cuando supo que hablaba en serio.

—Oye, amigo. Lo siento, no sabía que te desagradaba la cercanía.

El pelinegro observó el círculo que los rodeaba, les miró con cólera y fue suficiente para que el grupo de deshiciera. Nadie se metía con el malhumorado jugador de hockey.

—Ahora lo sabes. —Respondió de manera tajante, se encontraba harto de la palabrería y la atención puesta sobre él. —Y también métete en tu cabeza de maní que ese mocoso chillón que ves ahí sentado está en una relación conmigo, respeta eso. No quiero oír comentarios así de nuevo, ni que lo vuelvas a tocar así cuando a él no le gusta, supongo que eres un recién llegado así que yo soy el que te pone al corriente.

—De acuerdo, amigo. —Chan asintió apenado ante las palabras de su compañero, ahora se daba cuenta de que era él de quien hablaban con temor por la escuela. —Lo siento.

—No soy tu amigo, ni lo seré. No me agradas.

—¡En realidad a él no le agrada nadie!—Gritó Jisung con una sonrisa intentando reconfortar al chico, Minho sólo ignoró a Chan cuando el timbre del receso sonó y tomó la manita de su chico para salir del salón.

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—¡Y entonces Honnie hyung le dijo que estaba en una relación conmigo y que tenía que respetarme!—Expresó el castañito con emoción mientras su madre escuchaba con atención, a unas cuantas sillas más, se encontraba Minho avergonzado mientras comía en silencio la cena que había preparado la señora Han.

—Así que tenemos a un muchacho caballeroso por aquí. —Comentó el padre de Jisung con diversión logrando que el pelinegro se avergonzara aún más.

La realidad es que Minho no mentiría, le hacía demasiado bien ver a su precioso noviecito con esa sonrisa y sus mejillas regordetas sonrojadas mientras contaba como mil veces la anécdota de hoy.

—Claro que mi Honnie es romántico, me da besitos y dice que soy muy bonito.

—Que no lo diga mucho. —Comentó Changbin con recelo mientras picoteaba la comida con lentitud, Minho le miró malhumorado y le sonrió con ironía. —¿Qué me sonríes, idiota? No funciona conmigo.

—Hyung, prometiste que te llevarías bien con Honnie. —Reclamó Jisung con enfado, sus bonitos ojos color miel observando a su hermano mayor con detenimiento.

Oh no, Changbin sabía lo que seguía. El puchero chantajista que ponía débil a todos.

—No te atrevas, Jisung.  —Le advirtió el rubio ceniza llenándose la boca de comida para evitar ceder ante su hermanito menor, incluso desvío la mirada hacia los cuadros de pinturas que parecían más interesantes que la cena.

—Changbin, sólo házlo. —Pidió su padre riendo con ganas mientras que su esposa se unía a él de igual manera, Minho permanecía tomándose el vino de la mesa para llenarse de coraje.

—Una disculpa, familia y Minho.

Jisung soltó una risita por las palabras de su hermano que lograron acelerar el corazón de Minho, Changbin rodó los ojos asqueado de su cursilería barata según él.

—¿Honnie?—Le llamó el castañito, Minho sostuvo de nuevo su copa de vino y esta vez se la terminó por completo.

—Ya que un individuo se disculpó, me obligo a aceptar las disculpas del susodicho imbécil, de nada.

—¿Ven? ¡Que fácil es llevarse bien!—Comentó el padre de Jisung a grandes carcajadas, le divertía ver a su hijo mayor Changbin en plan de hermano protector.

—Eres el mejor noviecito, Honnie.

Minho se sonrojó con violencia, sus mejillas rojas nuevamente por las palabras cursis de su novio. ¿Es que acaso siempre lo tomaría por sorpresa? Rascó su nuca con nerviosismo y después tomó la manita de su novio por debajo de la mesa, sus dedos acariciando aquellos nudillos suaves.

—Te amo, hyungie. —Le murmuró Jisung cerca de su oído, tenía una bonita sonrisa adornando su rostro y sus manos aún estaban entrelazadas.

Minho sólo sabía que no era necesario decirle te amo para saber que él también lo hacía y mucho.

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