25.

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—Mira no más a la princesita, toda chiquita y bebita.

Ecuador suspiró encantado cuando tomó en brazos a su hija, su nenita, tan bella como la madre. Valió la pena pasar por tanto solo por ese momento.

—¿No estás enojado conmigo?

Alemania miró a Ecuador de lejos, aun muy insegura, pensando si hizo bien o mal en confesarle toda la verdad al tricolor latino.

Decirle que ella planeó todo... o casi todo... para tener a su bebé.

—Ñe —Ecuador meció a su hijita en brazos, para que no llorara—. Ya se me hacía raro que tu papá estuviera tan feliz después de la correteada que me pegó.

—Fue muy egoísta de mi parte... El tener a Editha sin que tú opinaras... —miró a su hija—. No sé qué dirá ella si se entera.

—Le diremos que tú le tenías más ganas que yo.

—Ecu.. —Alemania rio bajito.

—Que tu mami te deseó más que yo... —jugó con los deditos diminutos de su bebé—. Y que se me adelantó, pero que de todas formas la hicimos con ganas.

—No le voy a decir eso —dijo divertida.

—Yo le digo entonces.

—Claro que no.

—Esa va a ser mi venganza, Ale.

—Entonces ¿sí estás enojado conmigo?

—Un poquito... —Ecuador colocó a su nena en la cuna para enfrentar a Alemania—. Porque yo sí quería tener un guagua, pero no dejaste que lo habláramos bien... Me hubiese alegrado desde el inicio, si solo me lo hubieras dicho...

Alemania bajó la mirada, por la vergüenza y arrepentimiento.

—Eso no se hace... Pero después veo a la princesa y recuerdo que lo enfrentamos juntos y se me pasa... Solo no lo hagas de nuevo.

—Ecu...

—Más que enojo... creo que es decepción... Y con eso vas a tener que vivir Ale.

—Lo siento —sintió muchas ganas de llorar.

—Y me tomará tiempo perdonar por completo, así que... No sé... Dormiré en la sala, supongo.

—Pero...

—Te amo demasiado, Ale... Pero también estoy un poquito dolido... Así que dame tiempo.

Alemania solo asintió, no pudo hacer más.

Valentía [Ecuador x All]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora