내꺼, 내 꺼야

62 9 2
                                    

El tiempo había vuelto a pasar y para suerte mía, YoungJo no fue a tratar de matar a Hong Joong, si no que en su lugar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El tiempo había vuelto a pasar y para suerte mía, YoungJo no fue a tratar de matar a Hong Joong, si no que en su lugar...Optó por acompañarme a mis terapias, por lo que mi dolor y mi miedo pudieron ir disminuyendo.
Estaba feliz de que me apoyase y no hiciera ninguna estupidez.

— Bueno, puedo decir que esto está saliendo mejor de lo que pensé —. Exclamó Ravn aún con una sonrisa enmarcada en sus labios, mientras que con su brazo izquierdo permanecía abrazándome por detrás mientras caminábamos.

— Si, lo mismo digo —

— Y... Ahora que Hong te ha dejado descansar de su ausencia...

— ¿Qué tramas? —

— Oye, es gracioso cuando crees que diré otra cosa —

— Y... ¿No es lo que estoy pensando?.

— Aún no, por el momento...
Sólo quiero que sepas que te tengo una sorpresa en casa —. Río y besó mi mejilla.

— ¿Y eso? —. Cubrí mi mejilla y sentí mis mejillas arder..

— Sabes que te quiero —. Suspiró, sonrió y.. Me besó directo en los labios

— You.. YoungJo..

— Tranquilo, igual...
No me importa si alguien nos vió —. Acarició mi mejilla con sutileza y volvió a besarme.

Sin duda era algo que tanto extrañaba.

Narra Ravn...

Llegamos a casa y valla sorpresa que nos llevamos al entrar.
Xion estaba besando a GeonHak y viceversa..

— Pero que bonita escena —. Anuncié y ambos se separaron sonrojandose por completo, y cuando creí que Dongju se molestaría y me asesinaría...
Sólo se ocultó cubriendo su rostro sobre el pecho de Leedo.

— Tranquilos, no diré absolutamente nada —. Reí y tomé a Hwanwoong de la mano para después cerrar la puerta y colocarle el pasador.
Luego de eso, sólo me lleve a Yeo junto conmigo a mi habitación.

— No debiste hacer eso —

— Oye, tranquilo.
No tienes porque reclamarme, además, ¿te crees qué no lo van a reanudar? —. Suspiré y reí

— Tranquilo, ¿si? —. Tome sus manos, después..
Acune su rostro, lo besé y llevé mis manos hasta su cintura, mientras que él...
Bueno, sólo me correspondía, aunque debo admitir que me tomo por sorpresa que sus manos ahora estuviesen divagando por debajo de mi camisa.
Sus pequeñas y frías manitas se sentían tan bien recorriendo mi torso.

— Y, ¿cuál era la sorpresa? —. Preguntó con la voz entrecortada, pues de tanto besarnos había comenzado a faltarnos un poco el aire, y ni hablar del calor que hacía.

— ¿La quieres ahorita?, para traerla.
Esta sobre mi escritorio —. Y no mentía, en efecto, había una pequeña caja de regalo sobre mi escritorio envuelta con papel azul y un pequeño moño blanco.
Pero de nuevo volvió a sorprenderme..

My biggest loveWhere stories live. Discover now