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Habían pasado exactamente tres años desde que nos casamos y YoungJo al fin podía estar completamente a mi lado, pues hace exactamente ese tiempo que había terminado su servicio y regresado a casa además, habíamos incluido otros integrantes a la familia. Hyeri y Jaehyun, nuestros respectivos hijos, nuestros pequeños y preciados angelitos.
— No creí que te levantarias tan temprano —. YoungJo salió de nuestra habitación y se recargo sobre la barra que nos separaba la cual daba con vista a la cocina.
— Siempre lo hago —.Suspire y sonreí— Un año después de que nos casamos y adoptamos a nuestros gemelos... ¿Olvidas qué me tocó hacer de madre? —.Fingi sentirme ofendido y me di la vuelta para seguir con lo mío.
— Por supuesto que no olvidaría algo como eso, es sólo que... No sabía que habías logrado ese hábito, te pesaba tanto levantarte temprano que...
— YoungJo, si vas a seguir criticandome espero que al menos hayas ordenado la cama antes de venir —. Refunfuñe y él exhaló pesadamente e incluso le escuché soltar un leve gruñido y volver a la habitación.
Ay mamá, ya se a lo que te referías..
Y hablando de mi madre, siempre que podían, ella y mi hermana venían a casa para visitar a sus nietos y sobrinos respectivamente, mientras que mi padre prefería que nosotros fuéramos a su casa. Obvio también íbamos de visita pues desde que Woo se casó con San también era de ir con mis padres; valla, la familia realmente había crecido. Incluso los hermanos de YoungJo venían a visitarnos al igual que sus padres...
— Listo, deje en orden la cama —.Volvio pero está vez entro a la cocina y me abrazó por la cintura y apoyo su mentón sobre mi hombro.
— ¿Y los niños?..
— Aún duermen, a penas serán las ocho y es sábado
— Ok —. Reí y apague la estufa para después entrelazar mis dedos con los suyos y suspirar.— Aún te amo, ¿lo sabías?
— Por supuesto que lo se, incluso yo.. También te amo y no eh dejado de hacerlo
— YoungJo..
Me libero de su agarre y me giro para después posar sus manos sobre mis hombros y besarme con dulzura.
— Woongie..
— ¿Si?
— Aún no me la creó —. Me dedicó una cálida sonrisa y acarició mi nuca con delicadeza.
— Ni yo, pero es hermoso que nos haya pasado ésto —. Respondí con una sonrisa y acaricie su mejilla.
— Y bueno, ya que hoy es nuestro aniversario. Quiero darte algo
