━ 𝐈: Acuerdos y promesas

13.8K 806 100
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Los Bridgerton son, de lejos, la familia más prolífica de las altas esferas sociales de Londres, famosa por su despliegue de hijos apuesto e hijas absolutamente preciosas y delicadas. Aunque cabe comentar que tanta productividad por parte de la vizcondesa y el difunto vizconde es de agradecer, a pesar de que la elección de los nombres solo puede calificarse de banal. Sin embargo, en el día de hoy, a punto de comenzar la temporada social de este año, esta autora quiere hacer mención a la familia Cavendish, no tan ubérrima como la anterior, pero realmente encantadora: tras varios años, la condesa Magdalene Cavendish ha decidido presentar a su hija mayor, Isabelle, ante la sociedad, junto a su hermana menor, Marian. Por fin la joya de la corona de esta familia saldrá a relucir delante de todo Londres.

Tal noticia ha causado un revuelo en esta autora pues siempre había creído imposible que la primera hija del fallecido Bartholomew Cavendish y su esposa Magdalene y, a su vez, la tercera de cinco hermanos, llegara alguna vez a ser presentada ante la sociedad londinense en una fecha tan importante. ¿Acaso la condesa no ha considerado hasta ahora la belleza de su hija mayor una exquisitez o es que la joven Isabelle posee alguna razón de peso para haber tardado casi dos años en dar el paso? Porque, querido lector, tu devota autora así lo cree y no duda en que la señorita I Cavendish no encontrará esposo en esta temporada... Aunque, claro, en caso de que no sea así, no se preocupe, se lo haré saber de inmediato.

REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN,

26 de abril de 1813



El carruaje se detuvo tras varias horas en constante movimiento delante de una de las grandes casas que rodeaban la conocida plaza Grosvenor Square. Era bastante elegante y muy alta y la variedad de plantas y flores, rosas rojas en su mayoría, producían un ambiente muy acogedor y natural. Sin embargo, al contrario que otras veces, Isabelle Cavendish no fue capaz de percibir y analizar cada uno de los infinitos detalles que caracterizaban aquella casa, rememorándole la infinitud de momentos que había vivido allí; ni siquiera miró hacia la entrada de mansión de los Bridgerton con intención de saludar a sus miembros, sus amigos. El motivo de su regreso de Nottingham, lugar en el que había estado viviendo los dos últimos años, no se debía a ninguna decisión personal, y su descontento se reflejaba en el ceño fruncido que decoraba su rostro.

LA JOYA DE LA CORONA | BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora