Capítulo I

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Notas sobre el Prólogo: perdónenme por no aclarar el uso del asterisco (*). Aunque fue simplemente para hacerles saber que, cada vez que nombre a un Kage (cualquiera de ellos), lo llamaré por su denominación japonesa (Sandaime, Yondaime, Nanadaime) con el único propósito de agregar una 'nota de color' a la historia. La misma razón por la que Itachi y Sasuke se referirán entre sí como 'otōto' y 'nii—san'.

Oficina del Hokage, Konoha

—Levántense, ambos...

Ordenó Naruto a los dos ex—Akatsuki en un tono serio pero calmado. Tan pronto como se halló fijamente observado por intensos orbes anaranjados y escarlatas, sus propios orbes azulados se suavizaron. Conocía a esos dos shinobi por ser pacifistas en realidad, a pesar de las circunstancias en las que se había encontrado con cada uno de ellos. Podía recordar con un particular sentimiento de anhelo su último encuentro con un Itachi Uchiha revivido por el Edo Tensei, en compañía del líder de Akatsuki, Nagato. De hecho, no creía poder olvidar ese encuentro jamás. En esa ocasión, Itachi había confiado el bienestar de su hermano en él y, al mismo tiempo, había confiado el bienestar de Konoha y del mundo shinobi en él y en su acompañante ocasional y Jinchuriki de Kumogakure, Killer B. Konan le había pedido un favor similar luego del sacrificio de Nagato para salvar las vidas que su 'creación', Pain, había asesinado tras destruir Konoha. Incluyendo al propio Kakashi. Como si hubiera estado leyendo los pensamientos del Séptimo todo ese tiempo, Itachi afirmó que no estaba arrepentido de que ese haya sido su último encuentro; mucho menos de su decisión final, aun cuando esta le costó nuevamente la perdida en la visión de su ojo izquierdo y más tarde su propia vida. Por otra parte, ahora que le había sido concedida una nueva oportunidad, estaba verdaderamente agradecido de que no solo él (Naruto) haya cumplido su anhelado sueño de seguir los pasos de su padre fallecido sino además la promesa que le hiciera de salvar a su hermano menor.

—Recuerdo que en aquel entonces te dije que no necesitabas pedirme eso, Itachi. Solo lamento los medios a los que recurrió Sasuke antes de cambiar de opinión...

El rubio luego excusó al mayor de los Uchiha, explicándole que Tsunade y él necesitaban conversar respecto de qué harían antes de decidir si sería insertada en la aldea o no. El hombre de ojos ónices comprendió la seriedad de su situación perfectamente. Quizá habían obtenido el indulto por parte de los tres últimos Hokage, y quizá incluso de algunos shinobi como su hermano menor Sasuke y Shikamaru Nara. Sin embargo, él era consciente de que los aldeanos sospechaban profundamente de ellos. Habían puesto en peligro la vida de su máximo protector, ¿de qué otro modo se supone que reaccionen ante su repentina presencia en Konoha? Itachi sacudió la cabeza cuando un hombre tan alto como Naruto con el cabello negro recogido en una coleta a media altura y ojos cafés preguntó si se sentía bien, señalando que había palidecido de pronto.

—Lo estoy, discúlpame, Nara—san... Y antes que lo olvide, lamento mucho lo sucedido con Asuma—san. Sin embargo, no viviré lo suficiente para pagar mis pecados y los de esos bastardos...

—Tú no asesinaste a Asuma Sarutobi. ¿Imagino que debes haberlos conocido a él y a Kurenai—san antes de marcharte de Konoha? Entonces debes definitivamente conocer a su hija; mi ahijada y estudiante... Y, si servirá de consuelo a tu alma arrepentida, puedes también hablar con la viuda de Asuma... Es decir, si lo deseas, porque Kurenai ya no guarda rencor alguno contra los Uchiha si debes saberlo...

Itachi ignoro la primera pregunta por parte del consejero del Hokage al escuchar sus últimas palabras respecto de la familia del Sarutobi fallecido. Y a pesar de mantener su postura y expresión seria y estoica tal cual era su costumbre, en su interior sabía que la mujer merecía respuestas –o, mejor dicho, una disculpa— por tan terrible perdida para ella y su hija. Fue un alivio para el hombre de cabello ébano el saber que Shikamaru y Kakashi habían eliminado eventualmente al verdugo de Asuma, Hidan así como a su compañero Kakuzu. De hecho, todos los miembros de Akatsuki murieron después de que él deshizo el Edo Tensei. De hecho, Nagato y el fueron los últimos después de que él sellara el cadáver del Uzumaki con su Espada Totsuka y más tarde una vez que su propia vida se fuera una vez más junto al Jutsu Prohibido. Nuevamente se halló sacudido de sus pensamientos por Tsunade preguntando por su estado. Itachi le ofreció una débil sonrisa como respuesta, inclinándose antes de excusarse y dejar la sala. Antes de cruzar la puerta sin embargo, le dijo a Shikamaru que consideraría su sugerencia. Sin embargo, no estaba seguro de que presentarse ante Yuhi de buenas a primeras fuera la mejor opción. Shikamaru sacudió la cabeza, explicándole que él le hablaría personalmente a Kurenai en primer lugar y luego le haría saber su respuesta. Itachi simplemente asintió en agradecimiento.

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