Tienen mí corazón

Cap 16

Sebastián estaba cansado de escuchar el mismo sermón en cada reunión, le exigían a tomar una compañera solo por ser el alfa, en la manada habían hombres y mujeres mucho mayores que él que estaban sin compañeros, quería el mismo respeto que los demás, todos deseaban tener una compañera, esa que la Luna elegía para cada uno de ellos, no entendía como querían emparejarlo con una que no es su compañera.

_Luna tú me entiendes, si no es mi compañera no quiero a nadie. Aulló mirando la Luna.

Con todo los problemas que había dejado el anterior alfa, él estaba ocupado no podía pensar en otra cosa que no es el trabajo, esa noche salido a correr para despejar un poco la cabeza, corrió hasta que sus músculos empezaron a quejarse, cuando corría de regreso a su casa capta un aroma más embriagadora que alguna vez había sentido, salió corriendo hacia el aroma sabiendo que el olor era de su compañera, se detuvo a unos pasos al ver a una chica tirada a la orilla del lago, se apresuró a recogerla, se paralizó por unos segundos al sentir sangre, no solo estaba desnuda y mojada, cuando la volteo vió que la chica tenía cuatro cortes en el estómago, alguien la había atacado, con la experiencia que tenía estaba más que seguro que era un zarpazo la marca de cuatro garras, la levantó con cuidado llevándola hacia el hospital su olor le decía que ella era humana, hace poco le decía a la Luna que esperaba a la elegida y ahí estaba ella en sus brazos gravemente herida, estaba preocupado la chica estaba pálida estaba perdiendo mucha sangre, le entraron ganas de matar a la persona que le hizo eso a su compañera, cuando vieron que el alfa entraba con una mujer cubierta de sangre las enfermeras se apresuraron a darle alcance con la camilla, cuando Sebastián la colocó con sumo cuidado a la camilla, la chica quedó completamente expuesta a la vista de los presentes, Sebastián gruño cubriéndola con la sábana, él mismo estaba completamente desnudo, pero le molestó tanto que alguien más la viera desnuda a su compañera, tomando otra sábana se cubrió de la cintura para abajo, la espera se le hizo eterna hasta que salió el médico.

_¿Como está ella? Pregunto sonando mas preocupado de lo que nunca había estado en su vida.

_La señora y el bebé se encuentran bien, unos milímetros más hubiera llegado al feto tubo mucha suerte. Informo el médico.

_¿Bebé? ¿Ella está embarazada? Pregunto Sebastián sorprendido.

_Si alpha, es reciente como cuatro semanas, como ella no es del pueblo su marido la debe estar buscando ¿Quien la atacó?

_¿Por que supones que tiene marido?

_Ella lleva anillos de compromiso y de boda.

_Ella es mía no importa quien la busque, la encontré a la orilla del lago, no sentí presencia de alguien más. Sebastián confiaba en su gente no creía que alguno de ello fuera capas de hacer algo así

_Se que nuestra gente respeta a los turistas, pero alguien tuvo que hacerlo.

_Cuando despierte sabremos lo que pasó.

Esa noche Sebastián no se movió del lado de Alexa, llamó a su hermano menor su segundo al mando para que le traiga ropa a primera hora, durante la noche Sebastián no había dejado de acariciarla, tenía esa necesidad de tocarla, sus manos no podían mantenerse lejos de la piel de su compañera, esa noche por enésima vez le coloco el cabello trás la oreja, cuando alejaba la mano Alexa lo agarro el brazo antes de que Sebastián tuviera tiempo de reaccionar, unos colmillos habían perforado la carne de su brazo y para la sorpresa de él se exito inmediatamente, con cada sorbo que daba gemía contra su brazo Sebastián se debatía al borde del orgasmo, es como si lo estuviera chupando su miembro adolorido, se sorprendido por su reacción gimió igualando a ella, alargó el otro brazo para agarrarse del cabecero de la cama, Alexa siguió bebiendo la sangre, acariciando con la lengua la piel del brazo de Sebastián, el placer de Sebastián era inimaginable y se intensificaba cada vez que ella succionaba, Sebastián agarro con tanta fuerzas el cabecero que empezó a ceder en su palma, mientras aceleraba su ritmo cardíaco.