Llegará el día en el que no estés

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Es difícil describir lo que se siente cuando todo tu mundo se cae a pedazos, cuando todo por lo luchaste sin descanso pierde su significado y aquellos que alguna vez estuvieron a tu lado como compañeros se encargan de pisotear tus esperanzas, reduciendo tus sueños a un chiste que nunca tuvo gracia. Fenrir no estaba muerto...pero lo deseaba con cada fibra de su ser.

Hacia bastante tiempo que se había cansado de arrastrarse por la arena caliente del desierto, dejando un rastro de sangre que se secaba en pocos segundos, pintando una suerte de camino serpenteante de color carmín, con el constante castigo del radiante sol golpeandolo con su calor inclemente. Sus heridas, eran el recordatorio de lo que sucedió en Midgard, lo hacían sentirse miserable y le provocaban un profundo arrepentimiento por haberse resistido, por pelear sólo para seguir vivo, se decía a si mismo una y otra vez que debió dejarlos terminar el trabajo, tal vez así podría descansar de una vez. Después de todo ¿qué razones tenía para vivir?

¿Tyr? De sólo pensar en el, la poca sangre que le debía quedar hervia de pura rabia, y el resentimiento actuaba como una anestesia efímera para calmar su dolor.

¿Zetsumei? Fenrir no tenía ni la más mínima idea de como llegó a ese desierto, y mucho menos de como salir con vida, reencontrarse con la chica era imposible.

¿Rossweisse? Si algo estaba claro, es que jamás podría regresar a Asgard, ya daba por rota la promesa que hizo con la Valkiria, jamás la volvería a ver.

Se quedaría tirado de espaldas en el desierto para llorar, pero no le quedaban fuerzas para moverse, mucho menos para soltar lágrimas, aunque quizás era producto de la deshidratación. Definitivamente habían omitido los interminables desiertos, la falta de sombra o agua y desde luego nadie le había mencionado el insoportable calor cuando le hablaron de las tierras egipcias, esto parecía más una insana tortura que un plan de escape.

No lo podía decir con certeza, pero estaba casi seguro que los dioses de estas tierras se estaban riendo de el, después de todo no importaba a donde fuera, todos los dioses eran iguales, se deleitaban con la desgracia de otros, estaba en su naturaleza. Era tan claro como ese espejismo que veía a lo lejos, igual a los últimos cuatro que vio mientras caminaba por el desierto, justo antes de desplomarse y tener que continuar su camino arrastrándose, y tal vez hubiera llegado más lejos si al menos le quedase su otro brazo, y no ese trozo deforme lleno de piel desgarrada y huesos expuestos, que alguna vez se llegó a parecer un brazo funcional.

Si, definitivamente era difícil describirlo. Pero la palabra mierda se acercaba bastante.

DxD

Tal vez recibió daño cerebral después de su pelea con Magni, o incluso podía ser una secuela después de haber sido aplastado por la maldita serpiente del mundo, ya sabía Fenrir que un par de huesos rotos sonaban como heridas menores cuando te aplastaba una serpiente de quien sabe cuantas toneladas. Porque si no era daño cerebral, entonces no había explicación para la locura que estaba escuchando de sus compañeros.

Tyr podía ser muchas cosas, pero asesino no era una de ellas. Claro, era Tyr el que ordenaba las misiónes de asesinato y era el quien movilizaba a los nueve cada vez que debíamos erradicar un levantamiento armado en alguno de los reinos y claramente no se ganó su título de Dios de la guerra sin derramar sangre....

Bueno tal vez si era un asesino.

Pero no uno que ordenaria el asesinato de uno de los suyos, mucho menos de su propio hijo ¿verdad?

Fue su padre el que se jugó la vida para sacarlo de Asgard.....y no Loki disfrazado

Fue su padre el que lo llevo a salvo hasta Asgard....y no Loki...disfrazado

DxD El AsgardianoWhere stories live. Discover now