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XIII

Hay un chico que observo todos los martes y jueves después de jugar.

Llego al tenis decepcionada de que la vida fuera así conmigo.

Tiro mi bolso con fuerza, que hasta se escucho como la raqueta se raspaba, y la botella de plástico se doblaba.

Y para enfadarme más, había llegado muy temprano niall, lo odio, lo odio tanto por enamorarme.

El se sobresalta cuando tiro la pelota con todas mis fuerzas hacia la otra, que hasta la pelota se quedo trancada en las mallas.

"Wow, eres buena" me dice pero yo lo ignoro y con una sonrisa triunfante me dirijo hasta mi cancha viendo por el rabillo del ojo como Niall me miraba raro, al parecer ninguna chica lo ignoraba.

Que empiece el juego Niall.