I: Esa distancia

470 39 1
                                    


[MESES DESPUÉS DE LA REUNIÓN]

Son las doce del mediodía y sus estados han desistido de tocar la puerta de su habitación para que baje a desayunar. El canadiense sólo se hunde entre las sábanas con los ojos hinchados de tanto llorar, no ha podido dejar de soñar con su pequeño hijo Nueva Escocia, sin dudas se está volviendo loco, cargar con un secreto tan grande y saber que pronto tendrá que decírselo a sus niños sólo ahoga toda su fuerza de voluntad.

Mira su celular y suspira, ¿25 llamadas de México? Sin dudas el mexicano estaba preocupado por él, o tal vez quería decirle algo urgente, no lo sabía. Sabe que lo más probable es que el latino venga a su casa, así que tenía que vestirse y fingir la misma sonrisa falsa de hace tres semanas.

Era muy bueno en eso, nadie notaría nada.

Se encamina hacia el baño dándose prisa, luego vería qué hacer con lo hinchado que tenía en sus ojos.

Mientras tanto, en su casa, el mexicano permanecía de pie con su teléfono en mano y con el ceño fruncido. 26 llamadas para su torre de miel con hotcakes... ¡26! Ninguna de ellas había sido respondida ni devuelta.

"Agh. . .¿Por qué es tan difícil que conteste? Digo, Vene y Can andan pasando por momentos duros, pero no tienen que desconectarse de todos solo para guardarse sus propios problemas. Y es más, yo intento ayudarlos sin hablarles, preguntarles o decirles sobre la situación que pasan."

Mientras sus pensamientos se deslizaban por su cabeza, tanteaba el celular, como esperando a que el canadiense le devolviera la llamada.

"Digo, abrir la herida de nuevo y de paso, ponerle sal, como que no es factible, debería yo también regañarlo, para que ya no ponga esa sonrisa, pues convivir y estar con Vene durante estos momentos, es agobiante y empiezas a distinguir mas fácilmente si te dice la verdad o no, sólo con sus gestos"

Canadá no era la excepción en demostrarle eso, tras ver sus ojos hinchados y rojizos de tanto llorar, la manera en que forzaba una sonrisa, mientras que México recordaba la verdadera que sí destilaba alegría y devoción, era tan distinto. . .Ya tan. . .Distante.

_<"Can. . .¿Maple? Oye necesitas salir un poco wey, digo, por lo menos que te pegue un poco el sol y convivas con tus hijos o tus estados, por favor si necesitas hablar sobre tus problemas no dudes en contar con nosotros. . . Pero no te encierres"> _Manda el mensaje al teléfono de Canadá, aunque viera que éste iba al buzón como los otros 25 mensajes de voz, pone su celular en la mesa de noche y se dispone a dormir viendo con atención su celular antes de caer dormido.

[AL DÍA SIGUIENTE]

Detiene el auto en la casa de México mientras suspira y se acomoda el cabello marrón rojizo hacia atrás, abre la puerta del auto dejando que los estados mexicanos entraran al coche mientras le saludaban y hablaban entre ellos.

La policía había confundido el auto de México y lo habían remolcado sin querer durante la madrugada, por lo tanto cuando el amante de los tacos se dio cuenta, le hizo una llamada urgente a su "primo" canadiense.

Si, primo, porque el amorío entre Francia y España no fueron sólo miradas furtivas.

Los niños tenían que ir a la escuela y México debía ir al trabajo.

Aunque no tuviera ganas ni de vestirse, tenía que seguir aparentando que todo estaba bien. Pero sus tácticas no parecían funcionar con México, la primera vez que el menor le descubrió, Canadá sólo se lo atribuyó a su turbio pasado como colonia.

Nota cómo el mexicano comienza a acercarse y el canadiense se sonroja con levedad, el sol que pega contra el rostro del menor le hacen resaltar las pecas, pecas que le gustan mucho a Canadá y eso se lo ha dicho a México. El latino se sienta a su lado y el canadiense se pone más nervioso, México debe ver que es un buen conductor, quiere impresionarlo con sus habilidades.

-¿Qué querías decirme ayer?-preguntó con su tono sumiso y dulce, que ocultaba lo apasionado de su ser.

Pero en todo el trayecto, el mexicano no le dice nada. Canadá se muerde el labio inferior preguntándose por qué tanto silencio, por qué no le responde.

Sin darse cuenta, le deja en el lugar que corresponde para después despedirse con un saludo y marcharse en el auto. Hoy no va a trabajar.

Mi chico favorito (CanMex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora