• 5 •

2.7K 205 16
                                    

—Los idiotas creen que Snape trata de robar la piedra— Comentó Marcus sentando en mi cama con un tono de sorna muy notorio en el timbre de su voz.

No pude evitar reír, de tan solo imaginarme a los tres ir tras Severus —Ahora sabemos porqué no están en Ravenclaw— Agregué sin dejar de reír.

Mis hermanos y yo estábamos en mi cuarto, habíamos estado haciendo tareas, o bueno Tom y yo las estábamos haciendo, Marcus simplemente... existía.

Tom dejó de lado por un momento su pluma para reír con nosotros —Pobre Snape, tener que estar aguantando a ese trío por tanto tiempo, casi tengo pena por su situación— Finalizó retomando sus responsabilidades.

—Hasta el pobre de Draco sufrió consecuencias por estar cerca de ellos— Añadió Marcus, pero yo confundida le di una mirada  ¿Consecuencias? ¿Qué había paso? ¿Y por qué recién me entero? —Hace un par de noches lo castigaron— Dice como si fuera lo más obvio del mundo.

No lo sabía. Ni me lo imagina

No me lo había contado.

¿Cómo se había involucrado con esos leones?

—Solo siento que esto ya acabará— dijo Tom sin despegar esta vez la vista de su libro.

Qué Salazar te escuche. Esto de tener a tu padre en la misma escuela en la que estudias, es estresante. No me mal interpreten, estaba feliz de tenerlo cerca, pero también tenía que involucrar el hecho de que espera mucho de mí, de mis hermanos. No quería, no debo, cometer errores.

Pero por un momento me desconecte de mis pensamientos y mi atención fue a dar hacia uno de mis hermanos —¿Cómo es que te enteras de todo?— Cuestione a Marcus; ciertamente, un poco intrigada.

—Contactos hermanita, contactos—Respondió con una sonrisa ladeada y jocosa provocando que ruede los ojos por su respuesta, de seguro debe de haber estado de chismoso.

Antes de que vuelva a hablar, fuimos interrumpidos porque alguien llamó a la puerta y fui interrumpida una segunda vez, porque ni siquiera pude abrir la boca para decir "pase"; ya que Marcus dio el permiso.

Una cabellera plateada hizo acto de presencia en la habitación. Era Draco, tenía su impecable uniforme puesto, y su pena extremadamente acomodado, pero al vernos sonrió —Supongo que es una reunión familiar— Dijo mientras se sentaba a mi lado sin dejar la sonrisa que había adoptado, yo solo se la correspondí mientras él cogía uno de los libros.

Inmediatamente recordé lo que Marcus había comentado hace poco, y mi intriga volvió —Nunca me contaste de tu castigo— Mencioné mirando en su dirección.

Su rostro se tensó inmediatamente —No es algo que me enorgullezca— Respondió rápidamente, pero algo vacilante —Fue algo... estúpido, además Fang es un cobarde— Pude distinguir algo de resentimiento en el tono de su voz, pero no entendía nada.

¿Fang no era el perro de Hagrid, el guardabosques?
Pero qué demonios...

Su vista atrapo a la mía, ignorando por completo a quienes estaban con nosotros, aunque siendo franca, sentía que ellos ni nos tomarían importancia en ese momento exacto —De todas formas, no quiero hablar de eso— Concluyó sin despegar su mirada, yo solo atine que asentir mientras le alcanzaba una pluma para que me ayude con mi tarea.

[...]

La noche estaba siendo abrumadora; horripilante en verdad, me sentía ahogada, sentía la plena desesperación a flor de piel, mi garganta se había cerrado por completo, y no podía hacer nada. La sensación de ahogo era cada vez mayor. Crecía exponencialmente a medida que los segundos pasaban. Aunque ciertanente parecían horas, las cosas a mi alrededor estaba totalmente estático, solo me movía yo.

M O R G A N A - [D.M.]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt