Capítulo uno - Primeros Días.

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–¡DRACO!–

Dejé caer mi equipaje y agité las manos frenéticamente con la esperanza de que me viera. Cientos de personas pasaban apresuradamente, la mayoría padres ansiosos por ver a su hijo por última vez antes de que partiera el tren. Miré mi reloj, las 10:45. El tren estaba listo para partir exactamente en quince minutos. Eso significa que solo tuve una cantidad limitada de tiempo para buscar a Draco, despedirme de mi madre y mi padre y encontrar un asiento en el tren.

Sentí una fuerte patada en mi pierna inferior.

–Verónica.– Siseó mi mamá. –No grites, es desagradable.–

Ignorándola, me abrí paso entre el grupo de mujeres de mediana edad que estaban frente a nosotros y me dirigí al frente de la plataforma, donde Draco y su padre estaban conversando.

En el segundo que me vieron, dejaron de hablar y sonrieron.

–Verónica, es un gusto verte.– Dijo Lucius, extendiendo su brazo. Sonriente, tomé su mano y se la estreché. –Escuché que la campaña de tu padre va bien.–

–Sí, muy bien, en realidad. Ha subido un 30% en las encuestas ahora, desde ayer. Su entrevista más reciente con Rita Seeker realmente pareció persuadir a mucha gente.–

Lucius arqueó las cejas intrigado. –Maravilloso.–

Mi padre, Charles Dixon, estaba en proceso de postularse para Ministro de Magia, es muy conocido en la comunidad mágica y ya tiene ventajas. Paso la mayor parte de mi tiempo libre ayudándolo a prepararse para entrevistas y conferencias. Los debates comienzan la semana que viene y me mata no poder estar allí.

–Cuánto tiempo sin verte Ronnie.– Dijo Draco. Sonreí y envolví mis brazos alrededor de él.

Acarició mi largo cabello castaño, jalándome hacia su pecho.

Draco y yo hemos sido mejores amigos desde, bueno, desde siempre. Nos contamos todo y salimos siempre que tenemos la oportunidad. Este verano, se fue de viaje de dos meses a París, dejándome atrás. Fue el tiempo más largo  que hemos estado separados, y fue terrible. Cuando no le escribía a Draco, estaba comprando o acostada en mi cama. Me sentí vacía.

Pero ahora, ha vuelto y todo puede volver a la normalidad.

–Vamos, vamos a perder el tren.– Gemí, arrancándome de él. Puso los ojos en blanco y tímidamente se despidió de su padre.

Caminamos hacia el tren ajetreado, los estudiantes corriendo arriba y abajo de la pasarela, buscando compartimentos vacíos. Un niño de 1er año con problemas estaba prácticamente hiperventilando mientras sus amigos intentaban evitar que saltara por la ventana para volver a la plataforma. Draco simplemente se burló y pasó a su lado.

De repente, sentí que me empujaban a los lados del tren. Grité mientras caía de bruces al suelo. Detrás de mí estaba un chico alto y pelirrojo, solo vi la parte de atrás de su cabeza porque no me miró.

–Oi, ten cuidado.– Dijo el chico casualmente, mientras seguía caminando. Todavía estaba en el suelo, desconcertada.

–WEASLEY.– Gritó Draco, agarrando el cuello de la camisa del pelirrojo, obligándolo a volverse en mi dirección.

Ron Weasley... Casi vomito con el nombre.

Gemí dramáticamente y me agarré a la ventana, levantándome lentamente. –Creo... creo que m-me rompiste el tobillo.– Me quejé, dejando escapar un pequeño sollozo.

Puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos.

–Como sea– murmuró

–Discúlpate con Veronica ahora mismo.– Dijo Draco con firmeza.

Shut Up - Ron Weasley. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora