La Oscura Bruja de Gryffindor

Recordando a una desaparecida

Todo era felicidad y festejo. Los gemelos Weasley cargaban a Harry en sus hombros mientras Dean Thomas y Neville Longbottom hacían lo mismo conmigo. Los gritos de aclamación no cesaban.
‘’¡Abran el huevo, para saber que tiene!’’ grito eufórico el guardián de el equipo de Quidditch de Gryffindor.

- ¿Quieren que lo abra? – Preguntaba Harry igual de eufórico.

Todos asintieron al unísono. Harry tomo el huevo de su punto, le dio vuelta rápidamente y se escucho algo que no esperábamos.
Una serie de gritos chillantes abundaban mientras todos se agachaban a cubrirse las orejas. 
Neville y Oliver me soltaron por un momento. 
Casi caí junto a mi gran huevo pero por pura suerte, Longbottom me había tomado de la espalda así haciendo mi caída no dura.

- ¿¡PERO QUE DIABLOS FUE ESO!? – Pregunto la voz de Ron a lo lejos.

Todo se quedo en silencio. Solo se escuchaban los pasos de la gente que se iba, sabíamos que teníamos de darles espacio.
Salí felizmente admirando mi valioso huevo de oro pero tratando de descifrar que había detrás de esas chillantes voces.

- Señorita Schmidt, el profesor Dumbledore pide por usted. – Dijo la maestra McGonagall.

Rápidamente me dirigí a la oficina de Dumbledore. Aquella estatua de águila al solo sentir mi presencia comenzó a girar mostrando las escaleras.

- Oh, _____, querida. Te agradezco por no haber herido a Cotty. – Dijo Dumbledore acercándose a mí. – Me recuerdas tanto a tu hermana.
- Us-us-usted sabe sobre mi hermana? – Pregunte perpleja. NO es lo que esperaba oir.
- Pensabas que creería que el apellido solo es una coincidencia? No, recuerdo cuando llego a esta escuela. Cabello negro con ojos verdes verdaderamente intensos. Una Slytherin muy asociada con las artes muggles. Te decía que me recordabas mucho a ella por que ella también tuvo la oportunidad de conocer a Cotty.
Cotty estuvo a punto de matarla pero a pesar de la intención, tu hermana le perdono la vida a mi eufórica dragona, hasta tiempo después, ella fue la que cuido a Cotty en algunos veranos. La jovencita Juliana siempre supero mis expectativas. – Dijo muy alegremente.
- Juliana, hace mucho que no escuchaba su nombre completo. – Dije recordando la última vez que alguien llamaba a mi hermana por su nombre.
- Juliana Tamara Schmidt, si no me equivoco. Una chica destacaba con cualquier cosa como tu, ya fuera en algo físico o mental, después de haber tomado su TIMO le ofrecí trabajar como Aurora pero tu hermana estaba más interesada en las actividades muggles, si no mal recuerdo ella quería ser… 
- Una violinista profesional, señor. – Dije terminando su frase. 
- Exactamente, _____. Cuando desapareció creo que fue una gran perdida para todas las casas, ya que era la única Slytherin que se llevaba bien con Gryffindor y no se diga con las demás casas. Pero créeme, no hay día que no hemos de dejado de buscarla. – Dijo mirando un estante con muchos tubos.
- Gracias, señor. Yo sé que mi hermana lo aprecia tanto como usted a ella. – Dije recordándola aun más. 

                                                               …

Caminaba hacia el salón de estudios muggles. Gracias a Merlin hoy era el último día de la semana así que no quedaba mucho por hacer hoy.
Me acerque a aquel salón. Vi las puertas abiertas y no dude en pasar.
El salón no alcanzaba a llenarse. Los estudiantes no rebasaban el número de 20.

- Eh, la profesora Charity Burbage? – Pregunte nerviosa por todas las miradas que tenia encima.
Una señora de mediana edad con una expresión muy dulce en el rostro apareció de la nada.
- Señorita Schmidt, pase, el profesor Dumbledore me informo que ingresaría a nuestra clase. Por favor acomódese. – Dijo la que creo que es la Profesora Charity Burbage.

Aquella profesora comenzó a hablar un tema muy visto con los muggles.
Los enlaces covalentes en los átomos. Química básica. Recuerdo que fue una de las últimas cosas que vi en mi anterior escuela Muggle.

- Por favor reúnanse en equipos y para la siguiente clase quiero un pergamino sobre los enlaces covalentes por que después veremos los enlaces iónicos. – Dijo la maestra Burbage. – Señorita Schmidt, usted por favor póngase con el Señor Bugg.

‘’ Bugg ? ’’ Creo que tengo un vago recuerdo de ese nombre pero por el momento no lo tengo claro.

- Creo que estamos juntos, Schmidt. – Dijo una voz detrás de mí.

Un chico alto, demasiado delgado apareció detrás de mí. Un cabello color caoba oscuro, pero una piel blanca y ojos azules. Seriamente lo había conocido en un pasado.
Al escuchar su masculina voz me vino un recuerdo a mi mente.

Flashback

No podía ver absolutamente nada. Caminaba sin rumbo y a veces pegándome con algunas rocas. Escuchaba ruidos cerca de mi pero la insoportable niebla no me dejaba ver.
‘’¡______ CUIDADO! DETRÁS DE TI!’’ Dijo una voz desconocida.
Mire hacia atrás y por pura suerte me pude esconder detrás de roca gigante mientras el ironbelly ‘’Cotty’’ ucraniano soplaba fuertemente su fuego de su boca.

Fin Flashback.

- Tú, tú me salvaste. – Aseguro cerca de él.
- Disculpa? – Pregunto desentendido.
- En la primera prueba, tú me gritaste algo y evitaste que la dragona me quemara. – Dije aun con ese recuerdo en mi mente.
- Ah, pues no te iba a dejar morir. Además debo de decir que eres mi favorita. Delacour no me agrada para ganar y pues los demás me dan igual. – Dije con una sonrisa.
- Debo decir, gracias. Sin ti no estaría aquí ahorita. Gracias, …
- Jake Bugg, para servirte. – Dijo terminando mi frase.

El resto de la clase la pase conversando con Jake. Debo de decir que por todo lo que me decía era demasiado obvio por que se encontraba en la casa de Ravenclaw.
La profesora nos permito partir y yo solo seguía encantada con la práctica de Bugg.

- Bueno, no es más lógico ahora el pensamiento de la fundación de Hogwarts? – Pregunto sonriente.
- La verdad, nunca lo habia visto desde ese punto de vista. Otro punto para Bugg. – Dije con una pequeña risa.
- Por favor, dime Jake. Ademas tu llevas cuatro puntos más que yo, Schmidt. – Dijo despeinándome.
- Solo si tu me dices ______.

Una multitud de gente paso. Solté una pequeña risa por que unos niños de primer año cayeron al suelo. Iba a acercarme para despedirme de el en la mejilla pero como la multitud me empujo más hacia él.
Mi cabeza quedo justo debajo de su mentón, mientras el, para que no me cayera me agarraba de sus manos mi espalda, haciendo que me rodeara con los brazos.
Cuando la gente paso solo solté una risa nerviosa por la posición en que nos encontrábamos al igual que el, hasta que escuche la voz de alguien.
‘’Interrumpo algo?’’ Dijo aquella voz.