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Él la quedo mirandó y se sentó rápidamente en el sofá.
—¿Dormiste toda la noche aquí, en este sofá? —preguntó Karol silenciosamente.
—Quería estar con Sole. —contestó Ruggero en medio de un bostezo —Se ve realmente hermosa durmiendo.
—Sí... tengo que despertarla. —avisó ella abriendo las cortinas.
—Bueno, voy a darme una ducha.
—Eh... Ruggero. —llamó ella —Solo te iba a informar que en la tarde tendré que salir, y como mi trabajo termina a las 8:30, a las 9:00 saldré con Logan... solo te aviso. —mencionó ella —Y eso... —mordió su labio inferior.
Él solo la miró, la mirada que Ruggero le devolvió fue muy fría, como si lo que hubiese dicho hubiera molesto.
—Has lo que quieras. —le dijo él y salió de la habitación, cerró la puerta un tanto fuerte, pero no lo suficiente para hacer despertar a Sole.
¿Y ahora que hizo de mal?, estaban comunicándose de lo mas bien y ahora llega dando un portazo. ¿Realmente el cambiara algún día?. Sería tonto el pensar que Ruggero se había molestado porque Karol salía con Logan ¿O no? entonces ¿Por qué tenía esa actitud?
—Sole, pequeña; tienes que levantarte, tienes clases. —La pequeña solo daba vueltas en la cama, estirándose. —Te dejo tu ropa acá, baja a desayunar.
Le dejo la ropa a los pies de la cama y salió de la habitación.
Durante el poco tiempo que había permanecido en la habitacion de Sole, había tomado la decisión de ir a hablar con Ruggero. ¿Estará bien eso o no?, en una parte sería lo mejor, aclarar las cosas ¿Y si la trataba mal nuevamente? por una parte estaba acostumbrada. Pero hablaría con él si o si.
Llegó a la puerta de la habitación de Ruggero, tocó mínimo unas 5 veces.
Iba a tocar por séptima vez pero Ruggero abrió la puerta ¡Pero que estaban viendo sus ojos! Estaba delirando seguramente. Estaba viendo a Ruggero con solo una toalla amarrada a la cintura, dejaba ver su perfecto cuerpo. ¿Tenía que salir de esa manera a abrirle la puerta? ¿Qué no tenía más ropa?
—¿Qué haceis aca? —preguntó él de mal modo.
—¡Tenemos que hablar! —mencionó Karol y no lo dijo como pregunta, sino que afirmo que tenían que hablar si o sí.
—Tenemos... creo que se trata de muchas personas.
—¿Porque esas actitudes? —Ella lo miro directo a sus ojos —¿Acaso volvieron las caretas?
—Como te puededar cuenta, me estoy cambiando, y lo de conversar lo podemos hacer más al rato, mañana, pasado o mejor. —pusó un rostro como si estuviera pensado en una respuesta —¡Nunca!. —recalcó aquella última palabra.
Si él no quería hablar está bien. No iba a rogarle para que lo hiciera, pero ésta, ésta era la última vez que lo buscaba para solucionar las cosas.
Sin pronunciar alguna otra palabra, Ruggero cerró la puerta de su habitacion, sin realmente importarle que Karol se encontrara afuera.
Ella soltó un gran suspiro y se recargo en la puerta.
Por un momento Karol pensó que podrían ser amigos, pero eso ya se desvaneció por completo. ¿Por qué tenía que ser tan difícil? ¿por qué, Ruggero, se cerraba de esa forma?.
Parecía una completa estúpida tratando de hablar con él.
Estaba a punto de irse, pero la puerta se abrió, y al encontrarse recargada en ella iba a caer si no fuera porque él la sujeto.
—¿Todavía estas acá? —preguntó Ruggero.
—Ya me iba. —se encaminó pero él, la sujeto del brazo. ¿Ahora que quería?.
—Si quieres hablar, hablemos.
—No, ya no quiero. —sonrió falsamente. Ella no iba a hablar cuando a él se le antojará. ¿O sí?
—Karol no seamos infantiles, ¿si? —Él hablando de infantil, ¿Pero quién era el verdadero infantil aquí?. ÉL.
Ella suspiro vencida, solo se cruzó de brazo y entró al cuarto de él, y mientras pasaba se encontraba rozando sus hombros con los de él.
¿Y ahora qué le diría?, tenía ganas de hablar con él, pero no sabía ni cómo empezar una plática con él. Si se ponía arrogante, saldría de la habitación y no le hablaría nunca más.
Bueno a lo mejor estaba siendo un poco exagerada.
Se paró adelante de él, agradeció de que ya se hubia vestido. Un pantalón negro ajustado, con una playera blanca, llevaba una remera celeste que le quedaba muy bien a su tono de piel era lo que conformaba su atuendo de hoy.
Ahora si iban a hablar
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. Este es el capítulo de hoy. Que les parece? Voten y comenten.
Los amo.Bye. ♥

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Solo una empleada
RomanceKarol Sevilla una muchacha de 18 años, humilde, de buen corazón. Ella decide trabajar en una casa de ricos, la casa de los „Pasquarelli". Una familia que se deja levar por la avaricia, las apariencias y la ambición. Jamás pensó que trabajar en ésa c...