𝐑𝐎𝐑𝐘 𝐋𝐋𝐎𝐘𝐃 llega a Hogwarts siendo hija de una maga, y un hombre muggle. Su escuela de hechicería y magia es una nueva etapa donde conocerá muchas cosas nuevas, pero en especial a gente nueva. Ya sea de manera positiva o negativa.
Y aunque...
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10. OJOLOCO MOODY
EDMUND tenía clase ese día junto con Gryffindor. Ese año también compartían la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas. Al menos veía allí a Harry, Ron y Hermione.
Después de volver de su clase de Historia de la Magia junto con Ravenclaw, una muy aburrida clase, se encaminó al exterior del castillo junto con su amiga Daphne Greengrass.
Edmund era popular en Hogwarts por ser un Pevensie, pero era el más callado y misterioso de los cuatro. Aunque había tenido varias oportunidades de tener un gran grupo de amigos de su casa y de ser amigo de Draco Malfoy y sus secuaces, descartó esa idea por completo. No soportaba la actitud de Draco, y mucho menos cuando iba dirigida a sus amigos y familia.
—Aunque ya no llueva hace un tiempo algo triste —comentó Daphne mientras avanzaban por el césped de camino a la cabaña de Hagrid, su profesor.
—Prefiero este tiempo, si te soy sincero.
—¿Intentarás presentarte al Torneo?
—¿Cómo? No tengo diecisiete años —Edmund se encogió de hombros—. No veo alguna manera en que pudiese burlar al juez imparcial.
—¿Quién será?
—No tengo la más remota idea.
La cabaña de Hagrid era de madera y se alzaba en el mismo borde del bosque prohibido. Los estaba esperando de pie con una mano puesta en el collar de Fang, su enorme perro jabalinero de color negro. En el suelo había varias cajas de madera abiertas.
Los de Gryffindor ya estaban allí y algunos alumnos parecían mirar el interior de las cajas con curiosidad y algo de temor. Edmund vio cómo Lavender Brown chillaba dando un salto hacia atrás, frunció el ceño pensando en qué habría ahí dentro.
Se acercaron por detrás y escucharon cómo Hagrid les explicaba que eran escregutos de cola explosiva y que se trataba de recién nacidos. Les avisó con emoción que ellos mismos los criarían.
—¿Y por qué tenemos que criarlos? —preguntó Draco Malfoy con voz fría.
Todos los de Gryffindor se giraron para mirar a los recién llegados. Edmund puso los ojos en blanco al ver que una vez más recibían miradas de odio por parte de todos gracias a una persona odiosa. Crabbe y Goyle le rieron la gracia.
