Capítulo 5

3K 311 64
                                    

Era una nueva mañana en la mágica región de Equestria, y los primeros rayos del sol entraban por la ventana de una cabaña en el bosque Everfree dándole en la cara a nuestro protagonista

Serav: Hmmm... ¿Donde estoy?

Serav se medio levantó de esa mesa y miró el interior de esa casa arbol, llena de máscaras, pociones e ingredientes

Serav: Lo último que recuerdo es que... primero me desmayé frente a una zebra, luego por unos momentos recuperé la conciencia a lo cual pude ver como me arrastraban por el bosque... y gritaban mi nombre a lo lejos... y ahora estoy aquí, supongo que esta casa es de la zebra esa

???: Veo que ya despertaste, pero no te muevas mucho, podrías lastimarte

Dijo Zecora saliendo de un cuarto y llegando a su lado

Serav: Así que realmente me ayudaste, me trajiste a tu casa, me curaste y me dejaste quedarme aquí, aunque no me conocías y no sabías lo que era siquiera...

Zecora: Te vi en un aprieto, así que no me arrepiento

Con lentitud y dando ligeros quejidos de dolor, Serav se sentó en la mesa

Zecora: ¡Alto, le lastimarás en vano!

Sin hacerle caso, se puso de pié, caminó hasta estar frente a ella y tras verla unos segundos a los ojos...

Zecora: ... ¿Eh...?

Serav se había arrodillado ante Zecora

Serav: Las palabras no pueden expresar la gratitud que le tengo, de no ser por usted ya estaría muerto

Zecora: Ehhh... jaja, no fue nada

Serav: Si necesitas algo, no dudes en pedírmelo, te debo la vida

Zecora: ¿De que hablas? Te ayudé pero no para que me pagaras

Serav: Hablo en serio, después de lo que hiciste por mí, es lo mínimo que puedo hacer

Zecora: Bueno, si ese es el caso, ayúdame a terminar unos asuntos antes del ocaso

Serav: Por supuesto

En lo que Zecora iba por su capa y bolsa, Serav se puso sus botas y chaleco... pero en eso vio como las vendas de sus muñecas y abdomen estaban limpias, las habían cambiado

Serav: ... ¿Las viste?

Zecora: ¿Que cosa?

Serav: Sabes de lo que hablo

Zecora: Fue inevitable, esas vendas se veían viejas como el tiempo. Perdona que pregunte, pero quiero saber ¿Como te hiciste la cicatriz de tu abdomen la cual parece que no va a desaparecer?

Serav: Hmmm... Lo lamento, pero no puedo decirte eso

Zecora: Entonces no insisriré. Vamos, tenemos mucho que hacer

Serav: Claro... ¿Hmm?

Antes de salir, Serav se fue frente a un perchero y vio una caperusa de color cafe

Serav: ¿Puedo...?

Zecora: Adelante

Tomando la caperusa de un jalón y ondeando por la fuerza, se la puso, se ató la cinta en el cuello y se colocó la capucha

Ahora que Serav estaba envuelto en esa caperusa y traía la capucha puesta, ante los ojos de Zecora había un ser misterioso, pues la capa lo envolvía por completo, incluso el frente escepto de las botas ya que no era tan larga, y la capucha hacía que en lugar de su cara solo se veía una sombra

Un demonio en EquestriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora