𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑾.𝑬.𝑨.𝑺.𝑳.𝑬.𝒀

El del sombrero seleccionador y el director loco

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Era el día de abordar el Expreso de Hogwarts.

Draco y Ron estaban muy ansiosos, al igual que Harry y todos los demás hermanos Weasley.

Ginny estaba triste, pero Draco prometió y cumplió su promesa de quedarse con ella durante todo el día antes del viaje a Hogwarts, por lo que estaba contenta de saber en que el año próximo iría junto a sus hermanos.

Harry, Ron, Draco y Hermione, a quienes Ron y Draco conocieron en la locomotora, entraron en la misma cabina y se sorprendieron al llegar a Hogwarts.

Harry estaba asombrado por la belleza de este castillo.

Y luego un hombre corpulento, de casi tres metros de altura, llamó a los estudiantes de primer año que lo seguían.

Fueron en pequeños botes al enorme castillo.

Pronto una maestra, que dijo que se llamaba Minerva McGonagall, los llamó y entraron al salón principal.

Draco y Harry estaban avergonzados de tener tanta gente mirándolos, a diferencia de Ron y Hermione. La única chica entre las cuatro le estaba diciendo a Ron que había leído en Hogwarts: A Story que el techo del salón principal estaba encantado y por eso apareció el cielo.

Pronto se detuvieron frente a una silla con un sombrero viejo, que probablemente era el sombrero seleccionador.

Detrás de ese sombrero estaba la mesa de los profesores que lo miraban.

Algunos sonrientes y otros no tanto, como uno que, según Harry, tenía el pelo muy grasoso.

El sombrero cantó una canción y tan pronto como se detuvo, Minerva comenzó a gritar algunos nombres.

El primero fue Neville Longbottom que fue seleccionado para la casa de Gryffindor, y pronto llegaron: una niña llamada Pansy, un niño llamado Dean, y ahora la maestra llamaría por otro nombre.

- ¡Weasley, Draco! - llamó la maestra, lo que hizo que los ojos del rubio se abrieran un poco y se dirigiera a la gran silla y se sentara.

En cuanto la profesora se pone el gorro selector en la cabeza y lo dice alto y claro: - ¡Slytherin!

Draco deja escapar una pequeña sonrisa y se sienta con sus compañeros de mesa.

Poco después, fue el turno de Hermione, quien fue a Gryffindor, al igual que Ron, quien fue seleccionado después de un par de personas que se sentaron en ese mismo taburete después de Hermione.

Después de que llamaron a diez niños más, llegó el turno de Harry.

No podría estar más nervioso.

El salón se llenó de murmullos.

- Potter, ¿eso es lo que dijo?

- ¿Oh Harry Potter?

Harry no podría estar más nervioso.

Subió las escaleras y se sentó en el banco que estaba allí, más nervioso que nunca con tantas miradas hacia el.

La profesora le puso el sombrero y no pudo ver nada después de eso.

- Difícil. Muy difícil. Ya veo suficiente coraje. No es una mala mente. Hay talento, ay, una sed razonable de demostrarlo, ahora esto es interesante ... Entonces, ¿dónde te voy a poner?

Harry apretó los bordes del taburete y pensó en Draco, solo en Slytherin durante toda su vida académica, y comenzó a susurrar: "¡Slytherin, por favor! ¡Slytherin, por favor!"