8.-Sexta carta...Katsuki Bakugo

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De verdad fue uno de los capítulos más difíciles para mi...



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—Lee tu carta. — Eijiro dejó salir un sollozo. — Fuimos amigos horribles, pensemos que al menos podemos darle la paz que tanto necesita.

Bakugo tragó en seco, recorrió su sobre con sus dedos suavemente, era una carta mucho más gruesa que el de Kirishima, así que simplemente respiró e intentó tomárselo con calma.

El rubio estaba bastante inseguro, su carta era más pesada y gruesa que la de Kirishima, por lo que un millón de dudas pasaban por su cabeza.

Llevaba toda la noche pensando, no había dormido, no había podido conciliar el sueño, la imagen de Kaminari colgado, la sensación de su cuerpo helado, la falta de ruido, todo eso había aparecido en su cabeza y en su cuerpo en cada momento.

No había sido un buen amigo con el rubio, siempre lo maltrataba, incluso cuando el rubio la había pedido ayuda para estudiar, se había burlado, por lo que, estaba seguro de que las palabras que estaban en esa carta no podrían ser ni la mitad de lo que eran las que le habían dedicado a Kirishima y una parte de él mismo se asustaba de eso.

Muchos no le creerían, mucho pensarían que las palabras del rubio jamás le afectarían, pero Bakugo realmente apreciaba a Denki, el problema es que su personalidad no lo había acompañado en sus demostraciones de cariño a sus compañeros, incluso las demostraciones de cariño con Kirishima eran mínimas, cosa que el explosivo chico pensaba cada vez que se encontraba solo.

Bakugo caminó hasta su escritorio, en el primer cajón había guardado sus apuntes o al menos las copias que había preparado para Denki. El rubio le había pedido ayuda en varias oportunidades antes de los exámenes, pero por mucho que estudiaban, el eléctrico seguía reprobando, logrando sacar un poco de quicio a Bakugo.

—No éramos tan amigos, no creo que tenga mucho que decir...— El rubio se negaba a la idea de leer la carta, realmente apreciaba a sus amigos, a sus compañeros y el miedo a los reclamos, a las palabras que Denki pudiese dedicarle lo torturaban.

—Para él si eras su amigo...— Eijiro lo miró con un gesto de reproche en el rostro. — Entiendo que fuese una molestia y por como fuimos con él, claramente se lo dejamos claro, pero Denki ya no está Bakugo, y ya no volverá a estar, ya no tendremos la oportunidad de demostrar algo diferente, así que creo que lo mínimo que podemos hacer es leer su carta.

—¿Y qué importa si lo leo ahora o mañana? Incluso podría leerlo en un año, nada cambiaría las cosas, la rata eléctrica no sabrá si lo leí o no, además...

Un suspiro pesado escapó de los labios del pelirrojo, cortando las palabras de su pareja. —Denki se marchó Bakugo y aunque nunca me opongo a tus decisiones, aunque nunca me opongo a tu actitud mordaz o a lo cruel que puedes llegar a ser, en este momento voy a detenerte. — Eijiro lo miraba molesto, pero sobre todo dolido. — No puedes seguir siendo egoísta, esa carta, esas palabras son las palabras de alguien que se quitó la vida. — Las lágrimas caían por las mejillas del pelirrojo. — Son las últimas palabras de un compañero, de alguien que nos quería, de alguien que compartía casi 24 horas con nosotros y aunque puedo soportar tu maldito egoísmo, no voy a permitir que en esto lo seas, Bakugo como tu pareja te exijo que al menos tengas la compasión de cumplir la última maldita voluntad que él tiene.

Bakugo bajó la cabeza y caminó hasta la cama, con la carta en las manos, abriéndola lentamente.

Una sensación angustiante subía por el pecho del rubio, la letra de desordenada de Denki parecía un puñal.

Bakugo.

Lamento ser una molestia, te obligue a ayudarme y gasté todo el tiempo que me diste en darme cuenta de que soy un idiota, pero bueno, al menos ahora mi lugar será de alguien que si merezca ser un héroe...ya no seré la rata eléctrica que solo los molesta, la rata del poder inestable, ya no seré ese idiota que no merece estar aquí...

Pd. Espero que al ver lo demás puedas sentirte un poco orgulloso...

Bakugo giró la hoja, notando que no había nada escrito, desdobló el resto de las hojas con desesperación, no podía creerlo, no podía soportarlo.

Kirishima había mantenido la distancia, por lo que no fue consiente de lo pálido que se encontraba Bakugo hasta que este soltó la carta en sus manos y corrió al pequeño baño individual que estaba en el cuarto.

Bakugo estaba en el retrete, sintiendo las lágrimas corriendo por sus mejillas por el esfuerzo que le estaba haciendo producto de las nauseas y arcadas que lo embargaban.

—Tranquilo...— El pelirrojo acarició la espalda del otro, y con la punta de una toalla mojada, mojo el rostro del rubio, tratando de relajarlo. — Lamento haberte forzado Bakugo, no pensé que Denki pudiese decirte algo que te afectara de esta manera.

Kirishima ayudo al rubio a ponerse de pie y lo acercó a la cama, el rubio no había dicho nada, pero ya no retenía las lágrimas, por lo que el pelirrojo se acercó a las hojas que ahora estaban sobre el suelo de la habitación y comenzó a leer, notando solo entonces que las hojas tenían los últimos exámenes que habían hecho.

—Esto es...

—Volvió a hacer los exámenes que hicimos hace unas semanas, le estuve enseñando...

—No entiendo...— Eijiro sabía que algo estaba rompiendo a Bakugo y prefirió esperar.

—Tienes razón, fui tan egoísta que no merecía ni una palabra de ese estúpido...

—Bakugo...— Kirishima no podía entender que era lo que parecía estar torturando a su novio, quien no paraba de llorar.

—Te das cuenta...— Una risa extraña salió de sus labios. — Fui tan mal amigo, fui tan mala persona que este idiota ni siquiera quiso despedirse.

—Bakugo, no creo que Denki no te apreciara, pero él quizá...

—El quizá se dio cuenta de soy una maldita escoria, que por más que lucho no logro nada, no logro demostrarles, demostrarles...— Las palabras del cenizo se entrecortaban por los sollozos que escapaban de sus labios.

—Kats, no puedo hablar por Denki, sé que eres una buena persona, quizá el no tenía nada que decir, quizá creyó que con esto te sentirías orgulloso...

El rubio levantó la vista, molesto y alejando a Kirishima de su escritorio simplemente le aventó los apuntes al pelirrojo. — Durante dos semanas estuve durmiendo tarde haciendo eso, hice copias a mano de mis apuntes, con explicaciones más sencillas, que ese idiota pudiese entenderlas, pero no pude entregárselas.

Eijiro miró los apuntes y sintió su corazón apretarse. — Denki te apreciaba, el realmente te consideraba su amigo, el quería demostrarte que agradecía tu ayuda.

Bakugo se sentó en la cama, quería gritar. — yo hubiese querido que me reclamara, que me dijera algo, no soy una buena persona...

—Kats no digas eso...

—Es la verdad. — El rubio tomó la carta. — yo quería mostrarle cuanto lo apreciaba, yo quería...

—Que el supiera que lo querías. —Kirishima abrazó a su pareja. — Debió reclamar, debió decirme, exigirme que fuese un mejor amigo.

—Debimos ser mejores amigos con Denki...— El pelirrojo besó la cien del rubio y ambos, en un silencio bastante frío, continuaron llorando.

El detective a lo lejos supo que faltaba poco, solo necesitaba dos personas más para que todo volviese a su curso.

Letters...depression...goodbyeWhere stories live. Discover now