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Se le podía llamar un día como cualquier otro, en todos los sentidos, incluso en el hecho de que Mildred y Ethel se encontraban por quinta vez en el mes en la oficina de la señorita Cakle.

Tras el escritorio yacia sentada la anciana directora de la academia con la frente arrugada, una expresión que denotaba la decepción por sus dos alumnas y un toque de cansancio al darse cuenta de que aquello se había vuelto un ritual muy molesto. Atrás de ella la secundaba la subdirectora y profesora de pociones quien tenía una expresión dura y aprensiva junto   con el toque de una pequeña vena exaltada.

Entonces y con un cansado suspiro la directora comenzó - ¿y ahora porqué fue este disturbio? - acompañó con  un tono cansado.

Rápidamente la rubia sentada apaciblemente se defendió venenosa
-bueno esto, como todas las veces anteriores, fue culpa de Mildred Hubble - con un tono desinteresado y de desagrado.

Ante esto la joven de trenzas respondió exaltada por aquella falacia expuesta por su compañera
- ¡eso no es cierto!, ¿¡Como podrá ser mi culpa que tú lanzaras un sapo a mi caldero y que reemplazaras mis hierbas de leño por raíz de mandrágora y que eso causara la explosión del laboratorio?! - finalizó realmente irritada por la actitud de Ethel.

Entonces al sentir descubierta su trampa y sabiendo que la directora apoyaria a Mildred, Ethel se defendió - es fácil inventar eso para alguien que falla incluso al volar en una escoba y que aún no maneja hechizos de primer año - dijo con  aquellos típicos aires de suficiencia.

Toda esta situación y el comportamiento de sus dos alumnas opuestas irritaba de sobremanera a la señorita Hardbroom quien cansada de esta disputa que consideraba estúpida e infantil, intervino - ¡suficiente de ambas!, ¡se comportan  como niñas y no como brujas, y ya no es solo Mildred Hubble si no también Ethel Hallow, de la cual me decepciona esta actitud! - cerro los ojos duramente y caminó hacia ambas alumnas sentadas frente al escritorio de la señorita Cakle para luego proseguir. - si no tomamos acción en esta disputa puede llegar más lejos sin necesidad alguna por lo que hemos informado a sus padres del comportamiento de ambas y tendremos una reunión con  ellos en una semana - finalizó represiva.

Al escuhar esto, la joven Hallow se exaltó de forma inmediata, - pero Señorita Hardbroom, señorita Cakle ya le dije que esto es solo obra de Mildred Hubble. No hace falta llamar a mi mamá - dijo desesperada y con desprecio hacia su rival que también parecía preocupada aunque con  menor intensidad.

Ante estas réplicas la directora se apresuró a finalizar antes de que aquello se volviera un debate sin sentido y dirección - es suficiente, tiene razón la señorita Hardbroom. Además aunado a esto, ambas pasarán lo que resta del día en sus habitaciones haciendo un ensayo de 25 hojas sobre el respeto - finalizó cansada la señorita Cakle.

Luego de esto la profesora de pociones abrió mágicamente la puerta de aquella oficina dando salida a ambas alumnas.

Al salir se encontraba Mildred con leve preocupación pues sabría que su mamá entendería que no se trataba de su culpa. Por otra parte se encontraba Ethel  con  la mirada perdida, el rostro pálido y una negativa sorpresa en su cara.

No pudo evitar mostrar su enojo y al cerrarse la puerta de la oficina arremetió venenosa contra la de ojos cafés, - eres una inútil todo esto es tu culpa- dijo con desprecio.

Entonces Mildred, molesta y cansada de que su compañera siempre le reprochara sus errores,se defendio-ya basta Ethel, no es mi culpa que tengas estas infantiles acciones solo porque soy la peor bruja o porque soy la única sin pasado mágico - tomó un respiro y calmo su voz -no entiendo porque haces todo esto y aveces realmente pienso que no vale la pena saberlo- finalizó liberando algo de su enojo.

LA PEOR BRUJA Where stories live. Discover now