Valerie Mendes es contratada por su mejor amigo, Adam Lambert, para que forme parte de su equipo de trabajo durante la gira junto a la banda Queen. Pero ese viaje podrá llenar de nuevas personas y oportunidades la vida de aquella chica, incluso si...
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El reencuentro expresa sentimientos que surgen naturalmente con aquellas p ersonas que añoran con encontrarse una vez más, principalmente con la familia, amigos y esa persona especial que hace palpitar tu corazón rápidamente.
La mayor de las Mendes, disfrutó de una semana rodeada de sus seres queridos, las salidas junto a su hermana y amigos a diferentes lugares o permanecer hasta altas horas de la noche charlando de sus vidas y recordando viejos tiempos, era solo una pequeña parte de lo vivió en esos días. Y no podía faltar la típica reunión familiar de los fines de semana en casa de su padres.
Había extrañado a cada uno de ellos, y esa era la peor parte cuando estaba lejos de casa, extrañar a su familia pero cuando tenía la oportunidad de verlos nuevamente, lo hacía.
A pesar de la distancia que existía entre el baterista y la castaña, se pensaban mutuamente y deseaban que los días pasaran rápidamente para reencontrarse. Aunque la diferencia horaria era notoria, eso no importó para Roger quién llamó diariamente a su amada castaña, quería sorprenderla cuando llegara a Londres, por lo tanto tenía diferentes planes para que ambos disfrutaran juntos.
Finalmente llegó el día del viaje de Valerie desde Boston a Londres, aunque la castaña terminó aceptando la propuesta del baterista tratándose de un vuelo privado para ella, quería que estuviera de lo más cómoda viajando, como el mayor no se daba por vencido, no le quedó otra opción que decir sí.
Tan solo un par de horas de vuelo y estaría en la hermosa capital inglesa, la cual visitó pocas veces por trabajo pero esta vez sería diferente para ella porque se quedará allí por un tiempo indefinido junto al hombre que despertó su corazón.
Valerie quién estaba tomando una taza de té, recordaba el día de su llegada. Roger estaba esperando por ella en el aeropuerto, al bajar del avión lo vio alli de pie con una sonrisa sosteniendo un ramo de flores, específicamente eran unas orquídeas, las favoritas de la castaña.
—Bienvenida a Londres, mi amor —dijo Roger mostrando una linda sonrisa. Le extendió el ramo de flores y la castaña aceptó gustosamente.
—Hola, tú —dijo Valerie del mismo modo con una sonrisa. Roger la atrajo hasta él para rodearla entre sus brazos con un calido abrazo.
—Te extrañé, no te imaginas cuanto cariño —susurró el baterista en el oído de Valerie.
Por fin estaban juntos de nuevos, pasarían ese tiempo juntos como tanto lo habían anhelado y esta vez no habría nada que se interponga para opacar ese momento, solamente eran ellos dos.
Han transcurrido exactamente tres días desde que la castaña llegó a la ciudad. Tres días en los cuales hasta los momentos todo marcha de maravilla.
—Buenos días, cariño —dijo Roger abrazando a castaña por detrás y depositó un beso en su mejilla.
