Hopeless Hearts • FRERARD •

𝑹𝒖𝒏 𝒂𝒘𝒂𝒚 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒎𝒆

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Esa noche Gerard regresó a casa luego de lo ocurrido pensando en lo que había pasado, una parte de él sentía que le habia fallado a Bert, porque aunque ya no estuvieran juntos aún había un sentimiento de por medio despues de tanto tiempo juntos.

Mientras que Frank con un simple beso le hizo sentir cosas que Bert nunca había logrado en él.

Una semana pasó desde aquél dia, Gerard tenía demasiadas cosas en mente y temía por que las cosas avanzaran más entre ellos, necesitaba tiempo a solas para pensar bien en todo lo que estaba pasando.

El mayor estuvo llamando y dejando mensajes al pelinegro pero este nunca contesto.

Ahora Frank temía haber hecho algo mal y talvez por eso el lindo chico del cual ya estaba enamorado se estaba alejando de él.

No podia quedarse ahi esperando una respuesta del menor asi que fue a buscarlo a su hogar dispuesto a luchar por él o alejarse definitivamente de su vida si eso era lo que decidía, pero como si tuviera un mal presentimiento Necesitaba saber que él estaba bien.

Al llegar lo recibió el chico de lentes saludandolo amablemente con el semblante serio que era caracteristico en él, lo invitó a pasar y le indicó que Gerard estaba arriba.

El tatuado se dirigió a su habitación y tocó la puerta levemente.

— ¡Porfavor dejame solo Mikey! — suplicó con la voz quebrada haciendo que el tatuado sintiera un dolor en el pecho, odiaba que Gerard estuviera en ese estado

— ¿Puedo pasar? — preguntó amablemente, no tuvo respuesta del menor así que entro a la habitación de este, encontrandolo en su cama cubierto por una frazada dandole la espalda, pudo escuchar como sollozaba levemente y trataba de regular su respiración.

Se pusó a su lado acariciando su cabello con ternura.

— Gee ¿que pasa cariño? Estuve preocupado por ti— preguntó con tranquilidad

— No debiste venir, estas en peligro— soltó al fin

—Todo estará bien— depositô un corto beso en su cabeza

—Frankie te falle — sollozó con fuerza — soy un tonto y por eso me pasó esto — el tatuado lo abrazó con ternura por la espalda pero el menor se negaba a corresponder a su tacto

— ¿Que fué lo que pasó Gerard? — preguntó ahora preocupado por la manera en que lloraba desconsoladamente

— Bert de nuevo...— soltó en un hilo de voz

Esa noche al regresar a casa Gerard tenía demasiadas cosas en mente pero una hermosa sonrisa en su rostro a causa de lo que sentía por Frank, por primera vez en mucho tiempo se sintió libre.

Frank le hacía sentir la libertad de contarle cualquier cosa aunque fuera pequeña o absurda, le encantaba hablarle de lo que le apasionaba y él lo escuchaba atento.