-14-

96 13 4
                                    

[Penúltima parte + Epílogo :') ]

La discusión

Jonah White junto a Clawdell fueron hasta el CBI, tal y como el castaño había soñado hace tantos años. Y fue exactamente como sucedió, pero una cosa le faltó.
El caso que querían investigar era sobre Jerome Campbell, por lo que también el FBI lo buscaba.

Después de aquella, ❝situación❞ en él prostíbulo, hizo que Clawdell se volviera más, protector por así decirlo con el pelinegro.

—Ya basta Génesis, no insistas—dijo White a su amigo. Recientemente Campbell había ido a casa de White, bueno, más bien mandó a uno de sus hombres para raptar al pelinegro, solo que este falló ya que Génesis se lo cargó.
Y el ojiazul se quedo a proteger a este y a su hermana menor, Luna.

—Me quedaré quieras o no White— respondió Clawdell mirando serio al pelinegro.

—Bien...haz lo que se te de la gana hacer.—White subió a su cuarto maldiciendo en voz baja y Luna se acercó al ojiazul.

—Disculpa a Nee-chan, él nunca habla de eso...—murmuró, Clawdell volteo a verla y le sonrió.

—Ya veo, ¿me enseñas tus muñecas?—preguntó tratando de animar a la niña quien asintió contenta para ir por ellas.

Un rato más tarde, Clawdell estaba en un cuarto cambiandose de camisa, ya que como se quedaría allí, pues debía estar presentable. El cuarto era uno extra que tenía White, en la cama estaba el arma de este junto a su plava y un radio, que tenía comunicación con un equipo de de SWAT que estaba en la esquina vigilando.
En eso, sonó la puerta.
—Adelante.

El pelinegro pasó y se sonrojó al ver al castaño desnudo de arriba.
—Agh, ¿porque no dijiste que te estabas cambiando?—entró en el cuarto y dejó un cambio de ropa en la cama.

—Somos hombres, no creo que haya problema en eso— sonrió de lado viéndose en el espejo, tenía un cuerpo de envidia, esbelto y algo de músculos, y atrás en su espalda tenía aún el tatuaje de su organización.
White lo miró y se sentó en la cama.

—Oye, ¿y no haz pensado en quitártelo?—preguntó por el tatuaje.
Clawdell suspiró y se puso su camisa de manga ¾ azul marino.

—Si, pero es un proceso doloroso, y no quiero ya sufrir por algo que yo hice—murmuró viendo a otro lado avergonzado.
White después vio las cicatrices en sus brazos pero no quizo preguntar y se acercó a este.

—Si algo me pasa, quiero que cuides a Luna por mi...—susurró viendo a los ojos azules de Clawdell.
Este se sonrojó por la declaración de este.

—¿Qué intentas decir?—preguntó algo asustado. White solo sonrió divertido y le dio un golpecito en la frente al menor.

—Nada, ponte cómodo, mañana será mejor día — salió del cuarto cerrando la puerta dejando a Génesis muy confundido por su parte.

Más tarde, en la madrugada, Jonah no podía dormir, su cabeza daba vueltas sobre lo que planeaba hacer. ¿Sería lo correcto? ¿Génesis lo perdonaría?
Se levantó de la cama para ir al baño, pasó por la habitación de Génesis y se detuvo un momento.

¿Sería apropiado decirle? ¿Qué pensaría sobre él? Estuvo a centímetros de tocar la puerta, pero se detuvo llendose al baño, sería mejor que no lo supiera.
A la mañana siguiente, White fue el primero en bajar para hacer desayuno, después bajó Génesis aún en la ropa de dormir.

—Buenos días —saludó el pelinegro haciendo hotcakes.

Bonjour-—respondió Génesis un poco adormilado y bostezó sentándose en una de las sillas del comedor.

—Aún tienes tu acento francés— murmuro White sonriendo divertido al de ojos azules sirviéndole un plato.

—Tch, mi padre me obligaba a hablarle solo en francés—respondió supongo que es normal, en eso, Luna bajo de las escaleras.

—¡Buenos días Onee-chan!—saludo a su hermano dandole un abrazo y después se sentó a lado de Génesis. —Hola Gen— le sonrió.

—Buenos días Luna—el castaño le acaricio la mejilla a la niña mientras le sonreía, Luna era fácil de querer, dejaba ganarse su cariño.

Jonah le sirvió a su hermana y se sentó en la sala, el no tenía hambre, además que estaba esperando que Génesis se distrayera.

—Voy a ir a mi casa a darle de comer a Lily, no me tardo ni media hora— el castaño había dejado su plato a medias, no es que estuviera malo, no comía mucho por el medicamento que tomaba.

—¿Quién te dice que no salga?—preguntó White viéndolo de reojo mientras el ojiazul subía las escaleras.

—No lo harás, a la vuelta a un SWAT vigilandote—dijo con molestia en su voz y se fue a cambiar.
White aprovechando esto se levantó y se dirigió a su hermana.

—Luna, quedate con Mike, el te mantendrá a salvo junto con Gen— le dijo algo nervioso, pero no se le notaba en la voz.

*(Mike era el "amo" de casa mientras Jonah no estaba, cuidaba de Luna y eso)*

—¿A donde irás?—preguntó la niña preocupada.

—Voy a estar bien, volveré te lo prometo—dijo para luego salir de la casa al porche para agarrar su camioneta, los del SWAT lo vieron y se comunicaron con Clawdell.

—¿Agente Clawdell? El agente White salio de la casa—se escucho del radio del de ojos azules quien lo tomó nervioso al escucharlo.

—No hagan nada, repito, voy para allá —corto la comunicación para salir de la habitación ya vestido y dirigirse al porche lo más rápido que pudo, por suerte, pudo alcanzar a White.
—¡Jonah!

El pelinegro al escucharlo volteo a verlo y se subió en la camioneta.
—Lo siento, pero debo hacerlo...

—Podemos solucionar esto, te lo pido, no vayas con Jerome—le rogó.—White, no vayas, lo que vas a hacer no necesitas hacerlo, quédate porfavor...

—Gen, te pedí que cuidaras a Luna, Jerome no le va hacer daño si voy, ni a ti...—Jonah le miraba desde el carro mientras el estaba en la puerta de la casa que iba al porche.

—Jonah, te lo ruego, eres lo más importante en mi vida— le miró con un sonrojo. —¡No puedo perderte a ti también!

White sonrió un poco, pero, sin entender aquella declaración amorosa que acababa de decir. —No lo harás...—y arranco el carro para salir de la casa.
Clawdell lo siguió corriendo pero se detuvo al ver que no podía ya alcanzarlo.

—¡Jonah!—gritó lagrimeando. No lo soportaba, de nuevo el dolor vino hacia el, esa sensación de culpa. —...Te amo...

—¿Agente Clawdell? ¿Que hacemos? ¿Lo seguimos?—preguntaron desde la radio, era el equipo de SWAT. —Esperamos sus órdenes...

Clawdell se limpio el rostro a medias y de nuevo agarro el radio. —No, seguirlo pondría su vida en peligro, vuelvan al FBI...—respondió. —Esto se acabó, comuniquenme con el supervisor Abbott...

Sin duda, fue un día largo, y deprimente para Génesis Clawdell.

[Continuará...]

[🍷] ➺H u m a n ᵀʰᵉ ᵐᵉⁿᵗᵃˡⁱˢᵗ © •|Génesis ClawdellWhere stories live. Discover now