Después de pensarlo mucho Joy entró a un pequeño bar cerca del hospital.
Donde un sonriente Sungjae movía su mano apenas la había visto entrar.
Estaba ebrio.
A su lado estaba Changsub.
—Lo siento— susurro— Se que te prometí que no te pediría verlo por más que el insistiera... Pero se niega a marcharse sin que estuvieras presente.
Joy suspiro y se cruzó de brazos en un acto de cobardía, sabía que Sungjae no recordaría nada mañana... Pero aún así se sentía vulnerable.
—Haz venido— Sungjae sonrió aún más y quiso ponerse de pie pero se iba a ir de lado, Joy lo sostuvo por instinto, pero quiso apartarse cuando estuvieron muy cerca, Sungjae no la solto— De verdad estas aquí... ¿No es un sueño? He tenido sueños contigo antes que parecían tan reales...
Sungjae cerró los ojos y recargo su cabeza en los hombros de Joy, ese era su límite, se había quedado dormido.
—Es hora de llevarlo a casa... Gracias por venir.
Joy estaba viendo a Sungjae de lado, hace mucho que no lo tenía así de cerca, su corazón palpitaba fuertemente en su pecho y garganta, lo había extrañado mucho.
Tanto como para sentir su corazón roto de nuevo.
—¿Joy?
—¿Puedo ir contigo?— pregunto la chica con un nudo en la garganta— Por favor...
—¿Estas segura?— Changsub noto la mirada de Joy, suspiro— Está bien.
.....
Joy abrió la puerta para que Changsub pudiera pasar, traía a Sungjae completamente inconsciente en su espalda.
Joy fue encendendio las luces y abrió la puerta de la habitación de Sungjae, el no se había mudado y Joy conocía perfectamente el departamento.
Changsub dejó caer a Sungjae sobre su cama y le quito los zapatos, cuando alzó la mirada noto que su amiga observaba todo el lugar mientras se abrazaba a sí misma.
—Por un momento olvide que ustedes ya no estaban juntos— ambos salieron y Changsub se sento sobre el sofá, Joy permaneció de pie— Sigues teniendo esa misma mirada por él cada vez que se emborracha.
—¿Cuál mirada?
—Preocupación— Changsub suspiro y sacó su celular— Tal vez sea por qué eres doctora... O aún te importa Sungjae...
—No sigas por ahí por favor.
—¿Has dejado de amarlo?
—Changsub...
—¿Enserio te vas a casar con otro?
—¿El te contó toda la verdad? ¿O te lo dijo su hermana? Se que ustedes son pareja ahora... Se que estarás de parte de esa familia, te juro que yo también lo estaría si la otra parte no fuera mi propia familia, amo a Sungjae... De eso no hay duda, fueron dos años en los cuales nunca pude olvidarlo y...
—¿No hay otra manera?
—Cualquiera que sea la decisión que tome, mi corazón estará dividido.
—Bien, es hora de irnos.
Changsub se levanto dispuesto a ir hacia la entrada pero Joy se interpuso.
—¿Irnos? ¿Y quién se quedará con él?
—No tiene cinco años.
—Pero está ebrio— Joy volvió a detener a Changsub cuando abrió la puerta— ¿Y si vomita y se asfixia?
—¿Qué? — Changsub río fuertemente— Debo irme Joy... Si quieres puedes quedarte tu hasta que amanezca pero yo...
—Changsub...
—Sungjae no muerde— sonrió— Además no despertará hasta mañana.
—Bien, me quedare— dijo Joy y camino hasta el sillón, se sento y se cruzó de brazos — Yo me quedaré.
Changsub suspiro, se acercó hasta Joy y la abrazo.
Se fue del departamento con una sonrisa en los labios.
Su plan había funcionado.
.....
Joy abrió los ojos, parpadeo para acostumbrarse a la luz del lugar... ¿Donde estaba? No era su departamento, no era su cama, ni siquiera estaba en una cama... Era un sofá.
En ese momento recordó la noche anterior, se había quedado toda la noche cuidando a...
Abrió mucho los ojos de la sorpresa y se levantó enseguida haciendo que su cuerpo perdiera el equilibrio y cayera al piso.
Auch.
La puerta de la habitación se abrió haciendo que el corazón de Joy latiera con fuerza, Sungjae estaba despeinado y se tallaba los ojos.
Se notaba su resaca a lo lejos.
Bostezo dos veces.
Y cuando sus ojos se acostumbraron a despertar noto a Joy en el piso de su departamento, ella seguía sin moverse ni levantarse del piso.
—¿Joy?
La chica se levantó y quiso ir hacia la salida para marcharse pero Sungjae se interpuso entre Joy y la puerta.
La chica retrocedió.
No la dejaría ir tan fácilmente.
—Apartarte.
—¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?
Joy no sabía por qué estaba más molesta, por qué la había chantajeado para que fuera a ese bar a recogerlo, por qué se puso borracho, por qué tuvo que cuidarlo toda la noche... O por qué no recordaba nada.
Sungjae no recordaba nada mientras que ella estuvo casi agonizando por tenerlo cerca después de tanto tiempo.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, su corazón dolia y su mente gritaba que no debería estar ahí.
Ese era su límite.
No debería estar con él.
Se acercó y lo abrazo dejando al chico atónito.
¿Qué significaba eso?
Tal vez era que dos corazones se habían extrañado.
Sungjae pasó sus manos por la cintura de Joy y la acercó a un más a él, puso su barbilla sobre el hombro de ella y pudo oler su cabello.
Había extrañado mucho ese olor.
Había extrañado esa sensación.
Había extrañado mucho a Joy.
