What's Wrong With You? • Cassian Andor

PRÓLOGO

EL PASADO

Jakku, un planeta frío y arenoso. Aquí solían habitar los padres de Keiran Velt. Su trabajo consistía en ser explotados por un ser volador, con varias patas y delgado pero con muy mal carácter... Se le conocía como uno de los pocos Geonosianos que aún abundaban en la Galaxia.

La familia Velt escondió por muchos años a Keiran por el motivo de que sabían que la criatura la vendería al mejor postor. Desde que nació no había salido ni una sola vez, se la vivía resguardada en aquella pequeña, linda y humilde casa.

Un día especial sus padres ya habían demorado en regresar a casa, usualmente no tardaban tanto después del atardecer.

"Es de noche" -pensó- "Nadie me verá".

Por primera vez se dirijo a la superficie, subió con cautela las escaleras, al poner un pie fuera algo la tomó del brazo.

-JA! Sabía que tenían una hija.- uno de los secuases del Geonosiano la sujetaba mientras otro le apuntaba con un arma puntiaguda

-Keira!.- gritaba su padre

-¡Cállate basura!.- un tercer secuas golpeaba a su padre-. ¿Que opinará el jefe cuando te vea? Supongo que pagarán bien por ti

Keiran intentaba safarce para correr hacia sus padres y esperar lo peor pero ésta comenzó a sentir una electricidad recorrer su cuerpo, era una sensación completamente desconocida para ella pero no dejó de luchar.

-¿Quieres quedarte quieta?.- un golpe en la cabeza la tiró al suelo, a lo lejos escuchó como su madre sollozaba y rogaba que la dejaran en paz pero a cambio recibió un disparo en el torso

Keiran se levantó enseguida y con fuerza logró aventar a 2 de los 5 sujetos lejos de ella. Los demás al darse cuenta corrieron en dirección a la niña y ésta solo alzó las manos frente a ella para aligerar los golpes que estaba a punto de recibir, cerró los ojos pero no sintió nada, los abrió y vio a las criaturas tiradas a su al rededor sin vida.

Su padre la miraba sorprendido mientras levantaba a su esposa.

-¿Papá?.- su respiración sonaba sumamente agitada y miraba impaciente sus manos, como buscando una respuesta

-Tranquila, hay que deshacernos de los cuerpos.

Cavaron una tumba para 5 cuerpos, curaron la herida de su mamá y dijeron que no hablarían de lo sucedido a menos que fuera necesario.

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Las siguientes semanas no transcurrieron con normalidad pues Keiran había descubierto que podía mover cosas sin tocarlas, claro, no les mencionaba nada a sus padres por el acuerdo que tenían pero como pasaba mucho tiempo sola podía hacerlo sin ningún problema.

-¡Llegamos!.- gritaban desde la puerta y ella corría a saludar.- ¿Todo bien por aquí?

-Si, aburrido como siempre.- decía sonriente

-¿Cuántas veces te he dicho?.- su madre acariciaba su rostro

-Un día nos iremos de aquí y haremos lo que queramos. Lo dices siempre.- su voz sonaba muy desmotivada