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Joaquín
3:21 pm, CDMX

*Nos encontramos, me ayudaste a salir del lugar roto, me diste comodidad, te puse por las nubes, así que di mi nombre, dilo cuando te bese tan salvajemente, quiero que te quedes, chico di mi nombre y me asegurare de tenerte*

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Todo volvió a la normalidad, mi trabajo, el estrés laboral y los miles de eventos por organizar, justo como en este momento, notas hechas por mi mismo con los requerimientos para un próximo evento empresarial andaban por doquier, la rutina laboral había vuelto, y aunque suene increíble lo había extrañado.

Las cosas entre Emilio y yo iban mucho mejor de vez en cuando salíamos a cenar, ambos estábamos hasta el cuello de trabajo, pero siempre buscábamos la manera de darnos nuestras escapaditas, encuentros que terminaban en un muy placentero sexo. Mis mejillas adoptaron un color carmín al vislumbrar el sofá color negro que adornaba la estancia de mí oficina, el mismo sofá en el días atrás me encontraba gimiendo el nombre de Emilio, por suerte fue por la tarde y nadie se encontraba en la oficina, y aunque lo estuvieran lo habría hecho de todos modos, mis ojos lo siguieron de extremo a extremo y como si de una película se tratase casi pude observar mi cuerpo sobre el de Emilio sentado a horcadas de él, sus manos en mi trasero meciéndolo provocando la fricción entre nuestros sexos mientras alternaba sus labios en mí boca y cuello.

El calor comenzó a inundarme el cuerpo entero, casi podía sentir su tacto por todos lados de este.

S: ¡Ey Joaquín pélame! – escuche gritar a mi tan delicada amiga castaña de ojo grisáceo

— Ni que fueras plátano – conteste con sarcasmo y un poco de ironía para adornar

S: Llevo como dos minutos hablándote y parece que estabas en la luna – tomo asiento en una de las sillas frente al escritorio - ¿En que pensabas? – calle – Mas bien ¿En quién? – rio

— Trabajo – la de ojos grises me miro entrecerrando estos, dándome a entender que no me creía en lo absoluto - ¿Saliste a comer? – desvié el tema

S: Si, debo regresar antes de que llegue – contesto con desinterés

— ¿Quién? – pregunte confuso 

S: Jesús Joaquín – replico jocosa

— Que grosera eres – capté su sarcasmo y entrecerré mis ojos, replicando al mismo tiempo

S: Pero así me amas – simplemente reí, para que segundos después Sam se me uniera.

Continuamos hablando un rato, aprovechando su horario de comida en estos últimos tres días no había visto a Emilio, a excepción de un par de llamadas que me hizo durante su viaje por lo que tenia entendido fue un viaje de imprevisto la ultima mañana que estuvimos juntos me lo había comentado, por lo mismo ese día regrese solo a casa. Me entere por Sam que hoy regresaba de su viaje, el que Sam fuera su secretaria era un plus para mi y de cierta forma me hacia sentir mas seguro. 

No se cuanto tiempo con exactitud ha pasado, el tiempo se me fue volando y cuando caí en cuenta de ello la tarde estaba por llegar siendo acompañada de matices en colores anaranjados y rojizos, con una sutileza de morado creando un espectáculo maravilloso me quedé embelesado con la vista que se apreciaba atreves del cristal. Nuevamente tome mi celular, encendiéndolo, esperando que en el estuviera el nombre del rizado, pero mis expectativas nuevamente se apagaron al ver mi bandeja de entrada vacía, suponía aun no llegaba pero cada vez se me hacía más difícil el no pensar en aquel hombre, era extraño ya que que no había recibido ni un mensaje de buenos días ni tampoco me ha hablado, ¿Le habría pasado algo?, no, no, no estaba siendo demasiado paranoico seguro está ocupado - relájate Joaquín - repetí en mi cerebro.

🔥Sienteme🔥|| Emiliaco [Terminada]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang