Capitulo 4

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Adrien se recargó sobre la pared de ladrillos, de pie afuera de una boutique francesa para mujeres. Los fuertes rayos de sol que se extendían a lo largo de la carretera se sentían muy bien en un día cualquiera del mes de diciembre.

Apenas era el día 23 de un salvaje diciembre y Adrien ya esperaba la primavera. Le gustaba la navidad, de no hacerlo sería considerado un lunático, sin embargo, a veces le parecía un poco idiota la locura por los bienes materiales. Entre más pasaba el tiempo, la navidad se convertía más en una fecha para dar regalos que para pasar tiempo con la familia.

Adrien miró dentro de la tienda a través de la gran ventana de vidrio tratando de encontrar a Marinette, quien estaba hablando alegremente con la encargada que intentaba convencerla de comprar el vestido con halago que seguramente Marinette pensaba que eran muy reales. Se veía muy bonita con su cabello en una cola de caballo alta y una falda de color verde brillante con muchos lunares. La última moda, probablemente.

-¿Nunca nadie te dijo que está mal espiar a las señoritas?-Escuchó decir una voz y Adrien volteó al instante, con sus ojos abriéndose de más.

-O-Oh-Adrien exclamó antes de ver quien era-Marinette está ahí, lo juro, y-yo no estaba...

-Estoy bromeando, Adrien-Chloe le respondió sonriendo apenas, luciendo muy fina con una boina en la cabeza, un largo abrigo café y labial rojo brillante-Ustedes los abogados son muy temperamentales-Dijo divertida, y Adrien dejó salir una risa nerviosa.

-Marinette vino a comprar regalos de navidad para su familia, aunque al parecer esta comprando regalos para ella misma-Adrien dijo y Chloe se rió.

-Ah... que adorable, iré a verla-Chloe dijo y entró a la tienda, dejando a Adrien respirar.

Adrien miró alrededor. Si Chloe estaba ahí, seguramente Luka también. Buscó por todo el mercado, viendo muchísimas tiendas y vendedores con carritos llenos de fruta y otras cosas. Su emoción creció al mismo tiempo que su sonrisa cuando vio al mayor de pie del otro lado de la calle.

Luka estaba recargado sobre la pared, justo al otro lado de la calle donde él estaba. Tenía su cuello un poco estirado, haciendo que su cabello negro se viera un poco más largo. Usaba un abrigo negro negro con unos delgados zapatos cafés, retratando la esencia de un hombre rico. Había un cigarrillo entre sus labios y su mirada estaba en Adrien, un inescrutable gesto en su rostro.

Adrien estaba fascinado.

Caminó hacia adelante con pasos grandes, su corazón saltando en su pecho, su mente olvidando cualquier otro propósito, motivo o razón. Solo pensando en Luka, queriendo encontrarlo, escuchar su voz. Adrien cruzó la calle, pero en el momento en que lo hizo, una fuerte bocina lo sobresaltó. Un chevrolet convertible de colo negro le silbó, haciéndolo retroceder.

El hombre que manejaba el vehículo sacó su cabeza por la cabeza por la ventanilla, enojado.

-¡Fíjate por donde caminas!-Le gritó molesto y Adrien tragó con ojos muy abiertos, preocupado. Lamió sus agrietados labios y miró hacia enfrente, pero Luka ya no estaba ahí, lo que hizo que se preocupara aún más.

Adrien se dio la vuelta, pero cuando lo hizo, vio a Luka ahí y jadeó.

-¿C-Cómo...?

-Deberías ser más cuidadoso, las calles de Londres no son como las de Yorkshire, ovejita-Escuchó decir a Luka con su voz gruesa, un agradable gesto en su rostro.

Adrien se sonrojó.

-Lo sé-Comenzó a decir, tratando de no mirarse tan perplejo como se sentía. La última vez que había visto al mayor, fue la noche de la fiesta, cual en sus recuerdos se ve borroso. Cada pensamiento sobre eso hacía que su corazón latiera demasiado rápido.

Alguien a quien amar (Lukadrien) ©Where stories live. Discover now