Una Semana |• kookmin.

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En ese mismo instante después de dejar al rubio jeon jungkook llegó a su casa con una enorme sonrisa, había hecho algunas compras y demás.

__ Hyung?__ Contesto rápidamente la llamada entrante al primer tono__ Si...no ella no ha venido desde que te fuiste__ Mintió posible supuesto que su novia había estado allí varias veces pero no se lo diría __ Ahh...ella te dijo eso?__ Suspiro dejando las compras sobre la mesa__ No...no lo sabía.

Se dispuso a ordenar todo mientras hablaba con su hermano quien estaba ahora en alta voz.

__ Dijo que le pediste que ya no fuera a casa...que paso exactamente jungkook?

__ Nada solo...discutimos, le dije que era algo molesto que estuviera merodeando por aquí cuando no estás...__ Suspiro, aún no podía creer que ella le hubiera dicho todo a su hermano.

__No seas duro con ella si, entiendes me extraña...

__ Y por ello me besa diciéndome que sería capaz de dejarte por mí?__ Murmuró por lo bajo.

__kook sigues ahí?

__Si...aquí estoy, y lo siento tienes toda la razón pero.

__habla ya hermano...

__Estoy saliendo con alguien si, y es molesto no poder estar con esa persona a solas porque ella está todo el tiempo metida aquí...

__Vaya, no sabía eso...desde cuando? O no me digas que tú ya-

__ Hyung...

__ Finalmente conseguiste a park Jimin?

__ Hey!!!

__Vaya...mí pequeño hermanito si que sabe cómo jugar.

__ Ya no seas así hyung...no es como piensas, contrario a lo que crees el fue quien se acercó primero__ Sonrió__ Pero digamos que hoy lo que sea que tenemos podría ser algo más formal...

__No lo creo así, pero aya tu...hablaré con ella para que ya no sea una molestia disfruta la noche  con tu amor platónico...nos vemos hermanito.

__Adios__ Sonrió una vez la llamada finalizó.

Dejando de lado todo lo referente a la entrometida novia de su hermano simplemente se dispuso a limpiar dejando así todo en orden para cuando el rubio llegará, ya que este le envío un mensaje diciendo que no era necesario que fuera por el porque estaría allí a la hora acordada.

Estaba tan emocionado que arregló todo para que fuera perfecto, quería sorprender a Jimin al momento de declarar ante el.

__ Bien...__ Suspiro__ Vamos a por ello__ Sonrió mientras se dirigía a su dormitorio en busca de ropa, tomaría una ducha antes de la llegada del rubio.

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__ Si, do-ctor Sehun...__ Saludo contestando la llamada entrante, a penas y despertaba, había tomado una siesta.

__jimin...debes venir con urgencia.

No lo pensó mucho al momento de despertar por completo, tomar una muda de ropa y vestirse con rapidez, se calzó y tomo su cartera junto a sus llaves, ni siquiera alcanzó a cepillar su cabello cuando ya se encontraba saliendo de casa.

Su padre había dejado su coche por lo que se montó en el y condujo con rapidez hacia la clínica.

__ Taehy-ung?__ Marco al pelinaranja quien contesto rápidamente__ Soy Ji-min... Tae, debes ve-nir...

Hay momentos en los cuales la vida es una completa mierda, dios lo es, o al menos eso es lo que sentimos y pensamos en ese momento de ira y desespero.

Dios tiene la culpa...

Si, quizás, quien sabe...

Algunos dicen que es un castigo porque solo lo buscas cuando más lo necesitas pero no por el resto de tu vida.
Otros dicen que ese castigo es demasiado...que Dios es amor y paz y así debería de ser siempre.

__ Papá __ Llamo una vez llegó e ingreso a la clínica, su padre solo lo observó con lágrimas en sus ojos__ N-o__ Negó incrédulo.

Dios tiene la culpa de todo?

Acaso esta es su prueba o su venganza?

Dicen que si te rindes ante el podrá perdonarte por completo, que si le entregas tu vida el entregará la suya por ti, velará por ti y estará siempre allí en cada tempestad, siempre a tu lado. Todos suelen decir que Dios es la respuesta, que el es la salvación.

Pero no todos son devotos...no todos lo son realmente, algunos solo están presentes y aún así la vida los enriquese y otros que siempre todo lo dan jamás reciben algo más a cambio y no, no se trata de que ellos en verdad lo deseen, de que solo den con la esperanza de recibir más.

Su madre, era devota de Dios...creía en el con toda su alma, asistía a la iglesia, solía llevarlo con ella y siempre decía que todo debía de agradecerse...y aún así, ella quién era la persona más buena en este maldito mundo, quien creía y amaba a Dios y sus palabras, estaba postrada en una cama de hospital desde hace cuatro años, ella quien todo lo daba por dios estaba allí mientras que otros que solo insultan y viven de mala forma están disfrutando de su vida.

Su madre había muerto esa noche porque finalmente dios se la había quitado.

Cómo podría creer en el si solo le arrebató a su madre sin permitirle despediste como corresponde...

__ P-apá...__ Se acercó a su progenitor.

__ Mu-rió hace solo u-nos minutos...__ susurro mirando a la nada__ Ella...n-os dejó.

Rezó día y noche, cada maldito día desde lo sucedido lo hizo...jamás dejo de hacerlo e incluso cuando el no tenía fe en ese ser que todo lo ve, aún así se postró ante el y rezo, rezo y rezó con la esperanza de que quizás algún día sería escuchado pero no fue así, fue totalmente ingorado por cuatro años.

__ Jimin!!__ Corrió hacia el Rubio.

__ Ta-e__ Miro al pelinaranja quien venía acompañado de jin.

__ Lo siento chim chim__ Susurro abrazando a su mejor amigo con fuerza junto a jin.

__ Estamos aquí jimin__ Sonrió el mayor dejando un pequeño beso en la frente del Rubio.

Esa noche Park Jimin se despidió de su madre, esa noche su padre finalmente lloro frente a el.
Jamás había visto llorar a su padre, ese mismo que decía que los hombres no debían llorar estaba allí de rodillas pidiendo por su esposa, Jimin jamás se imaginó que ese fuerte hombre se derrumbaria tan fácilmente.

Aún así solo dedicó a acompañar a su amado padre con su dolor, olvidando por completo que un pelinegro chico, quien no sabía nada, aún seguía esperándolo con completa felicidad y entusiasmo que poco a poco se debilitaba con el pasar de las horas.

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