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Luego de el tema del beso y el extraño comienzo de una relación que ambos desconocían, ninguno se había dado cuenta que lo suyo había cambiado.

Estaban en un punto de no retorno, aunque no lo sabían aún.

El fin de semana largo, donde JunKyu no tuvo que asistir a la universidad y pasó todo el día con Mashiho, quien se había vuelto un gatito más mimoso y alegre que antes, ronroneaba más fuerte y había vuelto a jugar con una pelota con cascabeles que JunKyu había encontrado detrás de un mueble, y siempre reía al ver a su gatito correr la sonora pelotita por toda la casa.

Pero como todo fin de semana largo, también terminó, y, como siempre, JunKyu llevó a Mashiho a casa de HyunSuk para que se quedara con los híbridos mientras él pasaba la mañana en la universidad.

Mashiho solía cambiar a forma gatuna para ir a lo del extraño amigo de su dueño, aunque esta vez se negó a hacerlo.

Con un suspiro de derrota, JunKyu buscó un gorro para esconder las orejitas sobre su cabeza, y Mashiho se ruborizó cuando el chico lo rodeó para acomodar su cola dentro de sus pantalones, mordiendo su labio con fuerza.

Su cola era muy sensible y se sintió extrañamente acalorado por ese gesto.

El tráfico de híbridos era una realidad, y por más que no solía pasar en esa parte de la ciudad, el castaño prefería prevenir antes de curar.

Antes de salir, JunKyu tomó su mano, y caminaron así las dos cuadras que separaban el departamento de Kim con la casa de HyunSuk.

Como siempre, el sonriente chico los recibió con todo su buen humor mañanero, distinto al de JunKyu, quien le alteraba un poco que su amigo hablará de una forma tan aguda cuando estaba alegre.

JunKyu ni cruzó el umbral de la puerta, debía volver al departamento para buscar sus cosas y así poder irse, apenas le dedicó un saludo que sonó cansado y se volteó dispuesto a regresar.

Pero el tirón en su mano lo hizo voltear.

Vió a Mashiho con sus lindos y rasgados ojitos, casi suplicantes, un pequeño puchero en sus labios, el minino sostenía su mano, con sus dedos entrelazados, sin dejarlo escapar.

JunKyu abrió un poco de más sus ojos, sin saber muy bien qué hacer, miró a HyunSuk, detrás de Mashiho, quien tenía una sonrisa enorme en el rostro.

El gatito notó que su humano era muy lento y no se había dado cuenta de lo que quería, así que se acercó a él para abrazarlo un momento, escondiendo su rostro en el cuello del castaño.

JunKyu lo miró con sorpresa, comprendiendo que su gatito quería unos mimos de despedida, devolvió el abrazo, acariciando su cabeza.

Notó a HyunSuk, un poco más atrás, dentro de la casa, quien daba saltitos de emoción.

JunKyu rodó los ojos.

Mashiho se frotó levemente en su cuello antes de apartarse un poco, mirando los ojos de su dueño, que sonreían ligeramente.

Sin importarle nada, el gatito acercó sus labios a los de JunKyu, besando con calma.

En esos días a solas habían practicado los besos bastante, y, a pesar de que Mashiho nunca podría ganarle a su humano en sus batallas de lenguas, tenía suficiente confianza para comenzar un ritmo lento, o seguir algo más apasionado.

JunKyu dejó que su gatito lo besara con lentitud, acariciando un poco la mejilla del híbrido mientras lo acompañaba en tiernos movimientos.

Se separaron con lentitud, mirándose con una sonrisa en sus rostros.

— ¡La puta madre!

El grito de HyunSuk hizo a Mashiho saltar del susto, sintió su cola erizarse bajo sus pantalones.

— ¡Son tan tiernos y tan bonitos y-!

— Cállate de una vez— soltó JunKyu, en tono brusco, se separó de Mashiho y se fue a paso apresurado.

Mashiho no pudo evitar sentirse un poco mal, se mordió el labio con pena, sintiendo que había hecho mal.

Él sólo quería un beso de despedida.

—Vamos, pequeño— las manos de HyunSuk sobre sus hombros lo hicieron alzar la vista del suelo—. Entra, hace frío.

 Entra, hace frío

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Bad Luck ꒰🌑꒱ MashiKyuOnde as histórias ganham vida. Descobre agora