"Naruto Uchiha" El Destructor o Salvador del Mundo

Un Mundo Condenado

La enorme bestia estaba imponente delante de todos. El miedo, la impotencia aumentó en ese momento, y la esperanza parecía desvanecerse justo frente la humanidad, una humanidad que en ningún momento pensó ver su extinción de esta forma.

Las familias se abrazaron, a los niños se les tapó los ojos mientras los padres lloraban por no ser capaces de proteger a sus adorados críos. La Mizukage, Mei Terumi cayó de rodillas al igual que muchos otros shinobis, al sentir un inevitable final.

—Kakashi-sensei... ¿Aún podemos ganar?— Preguntó Sakura temblando ligeramente y tomando del brazo a su sensei que veía atentamente a la enorme bestia. Luego giró su rostro y vio a Naruto aún tendido de cara al suelo.

—*¿Esto es lo qué querías?... ¿así es cómo podrás estar en paz, Naruto?...*— Pensó Kakashi al ver una pequeña sonrisa en el rostro de Naruto, parecía haber muerto con esa sonrisa en su rostro.

En ese momento la imponente bestia comenzó avanzar, provocando temblores, nervios, miedo, y arrepentimientos. Sin embargo la bestia de diez colas no llegó muy lejos, pues varias compuertas de madera cayeron sobre sus colas impidiendo que siguiera avanzando.

Una luz de esperanza se acrecentó en el campo de batalla al ver parado sobre el monje de madera sin ningún tipo de temor al primer Hokage, el dios de los shinobis. Así mismo también el segundo, tercer y cuarto Hokage corrían directos hacia la enorme bestia, llenos de determinación y una enorme voluntad, cargando las tenues esperanzas que aún habían en sus hombros.

Tobirama desapareció y luego apareció justo arriba del Jubi y empezó hacer sellos de mano rápidamente, un enorme dragón de agua se formó y se separó en dos más, los dos dragones de agua rodearon al Jubi y la sorpresa fue enorme al ver que dentro de los dragones de agua había una gran cantidad de sellos explosivos. Tobirama hizo un sello de mano y la enorme explosión se produjo.

A pesar de haber escuchado el rugido de la bestia, la realidad detrás de la cortina de humo que se formó por la explosión, era que el Jubi no había recibido ningún daño. Sin embargo eso no desanimó a los Hokages, pues el tercer Hokage, Hiruzen Sarutobi siguió directo hacia la bestia con total convicción.

El tercer Hokage creo tres clones que corrían a su lado, luego se separaron cada uno en un punto distinto rodeando al Jubi, los cuatro hicieron sellos distintos y cada uno expulsó un enorme jutsu de un elemento distinto. Viento, fuego, tierra y rayo, fueron los cuatro elementos que lanzó el tercer Hokage con sus clones en un súper mega ataque combinado. El poderoso ataque del Sandaime Hokage dio directo en la enorme bestia de diez colas, algunas sonrisas se formaron en los rostros de los shinobis y personas, sin embargo la sonrisa llena de esperanzas se desvaneció al ver que nuevamente el daño no era para nada notable en la enorme bestia.

En ese momento el Jubi dio un enorme rugido que se escuchó en todo el campo de batalla e incluso más. Una enorme y oscura esfera se empezó a formar delante del Jubi que tenía la boca abierta, el rostro de todos los demás dejaba ver la inmensidad de lo que iba producir el ataque del Jubi.

Unas enormes ramas salieron del suelo y rodearon al Jubi, de forma inmediata el gran monje de madera tomó del cuello al Jubi sosteniéndolo con fuerza mientras el primer Hokage hacia sellos de manos parado en la cabeza del monje de madera.

—Ni siquiera el poder de una enorme bestia va a terminar con la humanidad... ¡No frente a mis ojos!— Exclamó Hashirama con una voluntad totalmente inquebrantable.

Las ramas apretaron con más fuerza el cuerpo del Jubi y el monje de madera aplicó aún más fuerza tratando de hacer un irreparable daño en la enorme bestia. El rugido que estremeció a todos volvió a sonar en el campo de batalla, y esta vez a pesar del esfuerzo del primer Hokage, el Jubi lanzó la enorme esfera negra hacia todas las personas. Hashirama se lamentó gritando con fuerza un "No" al ver que no pudo detener el ataque.